POLÍTICA

"El sector aguanta pero la salida parece cada vez más compleja"

Desde CRA aseguran que esperan "ver los frutos de esta política de desregulación, que se manifieste en una baja de costos, y una mejora de la tan mentada competitividad".

 El precio del gasoil, principal insumo en distintas ramas de la producción agropecuaria, viene siendo un tema que mantiene alerta al sector desde fines del año pasado. Confederaciones Rurales Argentinas, la entidad que dirige Dardo Chiesa, emitió un comunicado y se manifestó a la espera de nuevos resultados que no empeoren la situación de los productores.

"Celebramos la desregulación del precio de los combustibles en octubre de 2017 en pos de la transparencia del mercado, pero se viene dando una seguidilla de aumentos que no parece -al menos hasta ahora- tener solución de continuidad", comenzaron.

Argentina está cuarta en el ranking de los 35 países de la región en cuanto a precios de combustibles. Sobre eso, CRA remarcó que este incremento significa en todo el sector unos $1.070 millones en junio y otros $715 millones adicionales en julio.

Para la entidad, esto se sentirá con mayor fuerza en las actividades que no tengan atado parte de su resultado al tipo de cambio, como las actividades pecuarias y regionales, donde el gasoil forma parte importante de su estructura de producción, y donde un incremento de precio resulta en una incidencia relativa mayor por parte del insumo en la estructura de costo productivo. "Esos son los grandes perdedores", agregan.

"Del total pagado en una factura de gasoil, el 46% es carga impositiva, es decir, de los $1785 millones del impacto, $821 son impuestos", explican, mientras que añaden que "se suma el convenio entre el Gobierno y las empresas que definió que se creará una cuenta compensatoria por el retraso del 12% acumulado que no fue trasladado a precio durante mayo-junio: las grandes cuentas de la agroindustria nos confirman que esperan un aumento del %20 entre junio y agosto".

Eso, sumado al reajuste que anunciaron a mayoristas, sería un 20% de aquí a agosto, le sumaría al sector uno 3.000 millones de pesos adicionales, que contendrían una carga tributaria de $2.200 millones.

"Esperamos ver los frutos de esta política de desregulación y que se manifieste en una baja de costos y mejoras de la tan mentada competitividad, lo que entendemos que fue el espíritu inicial de esta medida", alertaron, y concluyeron: "Mientras tanto el sector aguanta, pero la salida parece cada vez más compleja".