Clima

Las lluvias interrumpieron los procesos de cosecha

El centro norte de santa fe frenó la trilla con la inestabilidad de los últimos días, aunque benefició a la recuperación de humedad para el trigo.

Nuevamente, se manifestaron condiciones climáticas de inestabilidad y se produjeron precipitaciones en todos los departamentos del área de estudio. Se reiteró la particularidad en la intensidad de las lluvias, marcando una óptima recuperación y recarga de los perfiles de los suelos, tras el período seco. Los valores de los registros

pluviométricos fluctuaron entre 15 y 90 mm., dice el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunden la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción.

Las actividades más relevantes en toda el área fueron condicionadas por la situación ambiental, caracterizada por los elevados porcentajes de humedad ambiente y con ello, altos porcentajes de humedad de granos, situación que rantelizó y frenó los equipos y cosechadoras que estuvieron en movimiento y tenían buen ritmo de cosecha de los cultivos hasta la fecha.

Los rendimientos en cada uno de ellos continuaron revelando la gran heterogeneidad, siendo la principal característica de lo que dejará la campaña 2017/2018. Prosiguió la cosecha en los distintos departamentos y en diferentes porcentajes en los siguientes cultivos: en arroz un 97 %, en algodón un 45 %, en sorgo granífero un 50 %, en soja de primera un 52 % y en soja de segunda un 8 %.

El avance de la cosecha de soja de primera, continuó mostrando rendimientos variables y heterogéneos. Se estimó una reducción del 17 % en el rendimiento promedio del área, el que fluctuaría entre 29 y 29,5 qq/ha, reduciéndose de 6 a 6,5 qq/ha omparados con la campaña anterior, que en dicho cultivo fue de 35,5 qq/ha. En soja de segunda comenzó en los departamentos del sur del área el proceso de cosecha y los rendimientos revelaron mayor variabilidad y heterogeneidad, con mínimos de 3 qq/ha y máximos de 40 qq/ha.

El informe indica que luego de las precipitaciones registradas en los últimos 10 días, se ha revertido la situación en todos los departamentos, y se observó cierta "uniformidad y disponibilidad de agua útil en los primeros centímetros de los suelos. La incidencia directa en los sistemas productivos y su producción fue variando. La vegetación natural e implantada mostró cambios en sus estados, que no repercutirían en el final de los cultivos agrícolas.- Los altos porcentajes de humedad ambiente, la inestabilidad y las precipitaciones que se produjeron en toda el área, durante 3 - 4 o 5 días, incidieron directamente en el ritmo del proceso de cosecha de la soja de primera , y lo detuvieron. La trilla presentó un grado de avance del orden del 52 %, representando aproximadamente unas 468.000 ha, con un progreso intersemanal de 7 puntos.

Los rindes fueron similares a los enunciados en informes anteriores, que se fueron consolidando: a) en los departamentos del norte del área los rendimientos promedios obtenidos fluctuaron entre 10 y 25 qq/ha, b) en los departamentos del centro del área de estudio, variaron entre 20 y 37 qq/ha, con lotes puntuales de 40 - 45 y 55 qq/ha, c) en los departamentos del sur del área de estudio oscilaron entre 38 y 47 qq/ha, con lotes puntuales de 60 qq/ha. El proceso de cosecha de soja de segunda comenzó en los departamentos del sur del área, con rendimientos muy variables y dispares, revelando las consecuencias del déficit hídrico y la ausencia de precipitaciones que padeció el cultivo en sus distintas etapas fenológicas.

Los rendimientos mínimos promedios fluctuaron desde 4 - 5 - 6 qq/ha y los máximos 28 - 30 - 33 qq/ha con lotes puntuales de 40 qq/ha. Fueron muy heterogéneos los resultados obtenidos, presentándose situaciones en que habiendo comenzado la trilla y no superando los 3 - 4 qq/ha de rendimiento, se resolvía la interrupción del proceso y el abandono del lote.

Un 80 % del área sembrada presentó diferentes grados de afectación, situación que deterioró a los cultivares, los cuales comenzaron a reflejar dicha situación y variabilidad. Un 80 % del área sembrada con maíz de segunda, presentó estado regular, dicha superficie manifestó distintos grados de afectación y síntomas característicos del estrés hídrico y térmico que padeció el cultivo desde su siembra hasta hace 10 días atrás, donde se revirtió el período seco y comenzaron las precipitaciones.

El cambio que manifestaron los cultivares fueron particularmente en la coloración de las hojas y su turgencia, consecuencia de la disponibilidad de agua útil. El bajo desarrollo en altura, estructura y uniformidad de plantas, lotes desparejos y stand de plantas por hectárea, no cambiaría dicha situación, pero éstos si incidirían en los futuros resultados.