INUNDACIONES

A sólo 90 cm de la superficie: las napas subieron 10 metros en 36 años en Marcos Juárez

Así lo determinó un estudio del Inta de esa ciudad. En 1970, estaban a 10,95 metros; el año pasado, quedaron a 91 centímetros.

24 Jul 2017

 La problemática de inundaciones que sistemáticamente viene perjudicando a vastos sectores de la geografía cordobesa no se reduce solamente a zonas encharcadas por un aumento de los niveles de precipitaciones.

Los cambios en el uso del suelo, entre otros factores, han provocado un fenómeno que también contribuye a los anegamientos: el ascenso de las napas.

Un estudio difundido por el Inta Marcos Juárez y el Grupo Napas, en base a datos tomados dentro de las 152 hectáreas que ocupa esa Estación Experimental, es elocuente: en 1970, estaban a casi 11 metros de la superficie y, el último año, quedaron a menos de un metro. Dicho de otro modo, cavando un pozo de 91 centímetros, ya es posible encontrar agua.

No sólo las lluvias

Aunque desde 2012 las precipitaciones superan el promedio histórico, los autores del estudio (Pablo Bollatti, Mercedes Bodrero y Fernando Escolá), sostienen que "no puede atribuirse el aumento del nivel de la napa freática de largo plazo a aumentos en las precipitaciones".

Los cambios en la agricultura ocurridos en las últimas décadas fueron claves: a principios de la década del '70, el departamento Marcos Juárez tenía una ocupación del 20 por ciento de su superficie con cultivos anuales y el resto con pasturas implantadas (principalmente perennes, y en menor medida anuales) y pastizales naturales; ahora los cultivos anuales predominan en el 90 por ciento de la superficie productiva, principalmente soja, maíz y trigo.

Uso del suelo

"Este cambio productivo (de mixto ganadero-agrícola a la predominancia agrícola) de las últimas décadas estuvo asociado a una reducción de la superficie de pasturas y cultivos invernales. Además, se incorporó la siembra directa y las tecnologías asociadas a ella: gen RR, barbechos limpios (sin malezas) de más de seis meses, cultivos con genética de ciclo más corto. Estas tecnologías apuntaban a realizar un uso más eficiente del agua, tratando de incorporar al suelo y almacenar la mayor parte de las precipitaciones y minimizando las pérdidas no productivas para disponer de reservas suficientes para ser utilizadas por los cultivos. Una fracción del agua almacenada en el suelo fue percolando a profundidad alimentando de manera constante y variable la napa freática", explica la investigación.

Y completa: "En los últimos años se observa la presencia de la napa freática a niveles cercanos a la superficie (menor a un metro) o inclusive sobre la superficie en muchas zonas y momentos del año. Estos ambientes poseen en su mayoría los suelos próximos a la saturación con agua en muchos momentos del año. Tal situación de excedentes hídricos presentes en la región provocan problemas en los cultivos (anoxia de raíces, mortandad de plantas, reducción de rendimiento y superficie), para la realización de labores (falta de piso, deterioro de caminos), deterioro del suelo (erosión por escorrentía, afloramiento de sales, deterioro de estructura) y en las obras civiles tanto rurales como urbanas (deterioro de cimientos de construcciones y carpetas asfálticas de rutas y calles)".

Solución integral

En este contexto, los autores consideran que "la problemática planteada requiere de un abordaje colectivo de organización a nivel de cuenca (pilar gris), coordinado con la realización de obras hidráulicas (pilar azul) y a la vez un incremento del consumo hídrico (pilar verde). La combinación de estos pilares en el planteo de la solución permite una sinergia entre el menor escurrimiento superficial de agua y el efecto depresor de los cultivos a la napa freática".

"El problema no nos afecta de manera individual, por ende no debemos pensar en soluciones aisladas sino en articular los tres pilares: azul, verde y gris. El abordaje que el Grupo Napas viene dando a la problemática de ascenso de napas freáticas deja en claro que la búsqueda de soluciones de manera colectiva, integrada y coordinada es el camino a seguir", concluye el informe.