Soja

Características de los cultivares

Las características más relevantes a tener en cuenta son las siguientes: grupo de madurez (GM), juvenilidad, hábito de crecimiento, rendimiento, comportamiento sanitario, vuelco, respuesta fenológica al atraso de la FS (fecha de siembra), calidad de semilla y dehiscencia

Ciclo

Debido a la respuesta fotoperiódica de la soja, los cambios en latitud modifican la longitud del ciclo de cada cultivar, los que incrementan su ciclo a medida que se los cultiva en latitudes más altas. En el hemisferio sur, esto ocurre cuanto más al sur se los cultiva.

Es decir que en el Cono Sur, cada cultivar tiene una franja latitudinal en la que por su longitud de ciclo se lo considera como de ciclo medio; al norte de la misma se comporta como ciclo corto y al sur de esta como ciclo largo. Además, esto determina que para cada región y según la latitud de la misma, exista un rango de GM adaptados, que funcionan como ciclo corto, medio y largo.

Un error en la elección del GM produce pérdidas de rendimiento de un nivel variable de acuerdo a las condiciones climáticas y edáficas del lugar. Cuando se siembran cultivares de ciclo más corto que lo recomendado, los mismos reducen su crecimiento y su rendimiento. Si se siembran cultivares de ciclo más largo de lo recomendado, se retrasa demasiado el inicio de la fructificación, reduciendo la posibilidad de expresión de su potencialidad productiva, se incrementan los costos de control de enfermedades, plagas y malezas y aumenta el riesgo de ocurrencia de heladas que afecten el llenado de granos.

Un mismo cultivar presentar diferente comportamiento, a diferentes latitudes, según el ciclo (corto, medio y largo) que le corresponda. Independientemente de la latitud y del GM en cuestión, cada ciclo presenta los siguientes requerimientos y características:

Cultivares de ciclo corto

Requerimientos:

. Mayor stand de plantas.

. Mejor distribución del stand de plantas.

. Suelo con menores limitaciones físico-químicas.

. Mayor control de plagas y malezas.

Características:

. Menor vuelco.

. Mayor rendimiento en condiciones de alta fertilidad y disponibilidad hídrica.

. Mayor posibilidad de escape a algunos problemas sanitarios.

. Menor calidad de semilla debido a la mayor temperatura ambiente durante la madurez.

. Desocupan antes el lote.

Cultivares de ciclo medio

En relación a los cultivares de ciclo corto, presentan los siguientes requerimientos y características:

Requerimientos:

. Menor stand de plantas.

. Suelo con mayores limitaciones físico-químicas, para reducir su desarrollo vegetativo.

Características:

. Mayor plasticidad en FS y densidad de siembra con mismo HC.

. Mayor estabilidad de rendimiento, al retrasar su llenado de granos hacia un período con menor probabilidad de ocurrencia de estrés hídrico.

. Mayor tolerancia a errores en el control de plagas y malezas.

. Mayor tendencia al vuelco, especialmente en campañas con buena disponibilidad hídrica y en especial en FS del mes de noviembre.

. Mayor predisposición a ser afectados por la Podredumbre húmeda del tallo.

. Mejor calidad de semilla.

Cultivares de ciclo largo

En relación a los cultivares de ciclo corto y medio, presentan los siguientes requerimientos y características:

Requerimientos:

. Menor stand de plantas.

. Suelo con mayores limitaciones físico-químicas.

Características:

. Mayor susceptibilidad al vuelco. Son los cultivares que más manifiestan esta característica en campañas con buena disponibilidad hídrica y en especial en FS del mes de noviembre y principios del mes de diciembre.

. Mayor tolerancia a errores en el control de plagas y malezas.

. Mejor comportamiento en suelos con limitaciones físicas y/o químicas.

. Mayor competencia con las malezas por su mayor crecimiento.

. Mejor comportamiento ante deficiencias en el manejo del cultivo.

La adopción del anticipo de la FS, que en algunas regiones del noreste del país llega hasta el mes de agosto, ha determinado la ampliación de los GM recomendados. El número de GM utilizados aumenta de sur a norte del país, con el incremento del período libre de heladas.

Por ejemplo en Noreste Argentino se recomiendan anticipos de la FS desde fines del mes de agosto y hasta mediados de octubre con cultivares de GM IV y V (con HC indeterminado).

Juvenilidad

Los GM disponibles en la actualidad van del 000, adaptado a las latitudes más altas, hasta el X, utilizado en las latitudes más bajas. En las latitudes menores, entre los trópicos y el ecuador, hasta los cultivares de mayor GM estan inducidos fotoperiódicamente y florecen con poca altura, en especial en el caso de los cultivares con HC determinado.

Afortunadamente, se dispone de una característica genética denominada juvenilidad, que retrasa la ocurrencia de la floración, permitiendo alcanzar más altura al cultivar que la posee. La juvenilidad, además de posibilitar el logro de un adecuado desarrollo vegetativo en áreas tropicales a los cultivares que poseen esta característica, los hace más plásticos a la FS y amplía el rango latitudinal de adaptación. En el Cono Sur, a este tipo de cultivares se los puede sembrar más al norte y en FS más temprana, que a los cultivares del mismo ciclo y HC, que no poseen esta característica.

Hábito de crecimiento

Cuando comparamos cultivares de igual longitud de ciclo pero con diferente HC, los indeterminados son más altos que los semideterminados y éstos más altos que los determinados. El HC de los cultivares es de suma importancia para las FS previas al mes de noviembre, las que se denominan tempranas o de primavera. Esto es debido a que son estas FS las que magnifican las diferencias en altura de los tres HC, cuando se comparan cultivares de la misma longitud de ciclo.

Estas diferencias son mayores mientras más tempranas son estas FS y más corto es el GM de los cultivares.

El mejoramiento genético ha seleccionado en los GM IV o menores, cultivares con HC indeterminado y en los GM V o mayores cultivares con HC determinado. Esto se debe a que la menor extensión del período libre de heladas de las latitudes en las que estan adaptados los cultivares de GM 000 al IV, obliga a reducir la longitud del ciclo de vida de los mismos y el HC indeterminado permite mantener la duración de las etapas reproductivas, al adelantar la ocurrencia de las mismas con una importante superposición con etapas vegetativas, lo que contribuye a incrementar el crecimiento en altura.

Los cultivares determinados de GM 000 al IV presentan insuficiente crecimiento en altura en condiciones normales de producción a secano y sólo son recomendados en ambientes de alta calidad, por su menor tendencia al vuelco. Por su parte, los cultivares de GM V al IX disponen de estaciones de crecimiento más largas en las latitudes a las que estan adaptados. En consecuencia, estos cultivares ya cuentan a floración con un adecuado crecimiento en altura. Si su crecimiento en altura sobre el tallo principal, se extendiera demasiado luego de la floración, se incrementarían las posibilidades de vuelco.

No obstante, en los últimos años el mejoramiento genético ha cambiado esta tendencia en los GM IV al VII, obteniendo cultivares con HC determinado y semideterminado en el GM IV, para ambientes de alta productividad de EEUU y cultivares semideterminado e indeterminados en los GM V al VII (con mejoras en el comportamiento al vuelco), adaptados a ambientes de menor productividad o para siembras muy tempranas en Argentina. Actualmente el GM V es el que dispone de mayor cantidad de cultivares con HC indeterminado.

Rendimiento

Los dos aspectos principales a tener en cuenta son: potencial y estabilidad. El potencial de rendimiento es un atributo genético cuya expresión está fuertemente condicionada por el ambiente y generalmente asociada en forma inversa con la longitud del ciclo. Mientras mayor es el ciclo de un cultivar menor es su posibilidad de expresar el potencial genético del rendimiento. Esto se debe a que instalan su llenado de granos más tarde, recibiendo menor radiación solar y temperatura durante este período.

El uso de cultivares de ciclo medio y largo en siembras primaverales, trae aparejada una reducción de altura, vuelco y número de nudos y permite incrementar la estabilidad de rendimiento en estas fechas de siembra, así como la expresión del potencial de rendimiento de estos cultivares.

Comportamiento sanitario

La resistencia genética a los problemas sanitarios, ocasionados por las enfermedades y los nematodos es generalmente el modo más económico y simple de evitar pérdidas que en algunos casos llegan hasta un 100% del rendimiento, como ha ocurrido en nuestro país con el “Cancro del tallo”. Según la región de producción el comportamiento sanitario puede ser la característica más importante a tener en cuenta al elegir un cultivar, tal es el caso de la Región Norte de Agentina.

La creciente superficie de siembre de soja en Argentina y el cultivo por más de 30 años de esta especie en algunas regiones, hacen preveer que los problemas sanitarios seguirán en aumento. Por tal motivo es importante contar con un alto número de cultivares en el mercado y con la base genética más amplia posible, de manera tal de poder realizar rápidos reemplazos de los cultivares susceptibles.

La situación planteada y la importancia del cultivo de soja para nuestro país, imponen la necesidad de contar con un creciente y mancomunado trabajo de patólogos y mejoradores de empresas públicas y privadas, para disponer de descripciones lo más completas posibles del comportamiento sanitario de los cultivares disponibles a las enfermedades ya identificadas y de germoplasma con buena aptitud agronómica y con resistencia a potenciales problemas sanitarios.

En el caso de la “Podredumbre húmeda del tallo” (Sclerotinia sclerotiorum), para la que aún no se dispone de buenas fuentes de resistencia, los cultivares de ciclo corto y las FS tempranas son los que tienen mayor probabilidad de permitir un escape a esta enfermedad, debido a que logran un porte más erecto, generando un microclima menos favorable para la misma. Además, dentro de cada GM se han identificado a cultivares con diferente comportamiento a la Podredumbre húmeda del tallo, debidas al tipo de planta, altura, y tendencia al vuelco.

En sectores del sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y sudeste de Córdoba, en los que el cultivo encuentra buenas condiciones ambientales para su crecimiento, los cultivares de ciclo corto pueden expresar mejor su potencial de rendimiento, llegando a desplazar a los de ciclo más largo por sus problemas de vuelco y las pérdidas que esta enfermedad les ocasiona. Cabe destacar que algunas enfermedades como la “Podredumbre por Phytophthora sojae” ó nematodos como el "Nematodo de la agalla" (Meloidogyne spp) y el "Nematodo del quiste de la soja"(NQS) (Heterodera glycines), presentan numerosas especies ó razas y que los cultivares pueden presentar reacciones diferentes a las mismas.

Vuelco

Es una características genética que se expresa en mayor o menor grado de acuerdo a las condiciones ambientales. Los cultivares de ciclo medio y largo son los que presentan más vuelco.

Entre los cultivares de cada GM se pueden encontrar diferencias importantes en la expresión de éste carácter, que determina cambios en el manejo.

La incidencia del vuelco puede provocar reducciones de rendimiento que llegan a superar el 50%, cuando está asociado con la ocurrencia de enfermedades como la Podredumbre húmeda del tallo y enfermedades de fin de ciclo.

Las prácticas de manejo permiten ejercer un importante control del vuelco, por medio de la modificación de la época y densidad de siembra y el espaciamiento entre surcos. Además, el vuelco se ve reducido en aquellos lotes o ambientes con limitaciones de suelo (físicas y/o químicas), o en aquellas regiones en las que el estrés hídrico presenta una incidencia importante. El vuelco se manifiesta con mayor intensidad en las FS del mes Noviembre y principios de Diciembre. Debido a la asociación que existe entre el vuelco y la incidencia de la Podredumbre húmeda del tallo, esta característica es de particular importancia al momento de elegir un cultivar en zonas con incidencia de esta enfermedad.

Respuesta fenológica al atraso de la fecha de siembra

Con independencia del grupo de madurez al que pertenezcan, todos los cultivares de soja reducen sus días de emergencia a madurez con el atraso de la fecha de siembra. No obstante, dentro de cada GM los cultivares no reducen su ciclo del mismo modo.

El conocimiento de la respuesta fenológica de cada cultivar a la fecha de siembra es importante, en especial en las FS tardías, en las cuales una duración excesiva del ciclo total aumenta los riesgos de daños al cultivo por heladas.

Calidad de semilla

En general los cultivares de ciclo corto son los más afectados en su calidad de semilla, por las condiciones climáticas que predominan a fines de su ciclo. Al madurar más temprano la semilla es sometida a mayor temperatura y aumenta las posibilidades de que la misma se deteriore.

Además la calidad de la semilla está relacionada inversamente con el tamaño de la misma.

A igual longitud de ciclo, los cultivares con mayor tamaño de semilla son generalmente los más afectados en su calidad física, ante condiciones ambientales adversas a la madurez.

Calidad industrial

Existe una creciente tendencia a la diferenciación por calidad industrial y usos especiales en todos los cultivos. En el caso de la soja, aún se comercializan pequeños volúmenes de especialidades, no obstante los mismos ofrecen la posibilidad potencial de incrementar el valor de la producción.

Actualmente sólo se dispone de caracterizaciones del contenido de proteína y aceite de los cultivares argentinos, las que se actualizan anualmente (Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja). En la medida que nuestro país desarrolle el mercado de especialidades, la caracterización de los cultivares en este sentido incrementará su importancia. En la actualidad el emprendimiento más importante que se ha puesto en marcha en lo referente a mayores contenidos de proteína y aceite, lo conducen Monsanto y Cargill con el lanzamiento de cultivares de este tipo, denominados de alto PROFAT.

Ing. Agr. Héctor Baigorri