Siembra directa

La electricidad aporta precisión

La mirada está puesta en aumentar la precisión, el automatismo y la productividad. La sembradora con dosificador eléctrico es uno de los objetivos que se empieza a vislumbrar con mayor nitidez

Ante cualquier desarrollo que aparece para renovar un sistema en funcionamiento, surge preguntarse sobre los beneficios que posibilitará la nueva tecnología. En el caso de los dosificadores eléctricos el principal beneficio es la independencia de cadenas, ejes cinemáticos, engranajes, piñones y otros implementos.

Con este nuevo sistema sólo es necesario un “mazo de cables” que va a un motor individual, encargado de impulsar cada distribuidor, gobernado por una computadora. El hecho de que una máquina tenga menos piezas móviles significa menos reparaciones y menos problemas de calibración. Las nuevas máquinas estarán disponibles a la venta para esta campaña de siembra 2014.

La tecnología de dosificación eléctrica tiene sus inicios en el año 2011, cuando la empresa norteamericana Graham entró en este mercado con un desarrollo innovador. Siguiendo la tendencia otras compañías consiguieron sus desarrollos y ya ofrecen al mercado sembradoras eléctricas.

¿Cómo funcionan los dosificadores eléctricos?

Todas las marcas funcionan con la misma premisa, un pequeño motor eléctrico instalado en cada cuerpo de siembra es responsable del giro de cada dosificador de semillas. La potencia proviene de una batería o un alternador en el tractor o el implemento. Las diferencias están en los requisitos de potencia de cada motor y cómo se suministra esa energía.

Según lo difundido por los técnicos de INTA, que consultaron la información de los fabricantes, los requerimientos de tensión eléctrica son de 12 v ó 24 v. En este segundo caso la sembradora está equipada con un alternador que genera la tensión y corriente necesarias para un adecuado trabajo de los motores. El generador de electricidad es accionado por un motor hidráulico, también propio de la sembradora, accionado a su vez por el circuito hidráulico del tractor.

Aquellas sembradoras equipadas con motores de 12 v pero de gran ancho de labor pueden equiparse también con un generador de electricidad ya que según la potencia eléctrica consumida por cada uno de los motores, puede hacerlo necesario. Aún cuando estos trabajen con 12 v, la corriente puede no ser suficiente.

Beneficios agronómicos

El eje de la cuestión es la precisión en la colocación de semillas en el suelo, en una realidad marcada por productores y contratistas que tratan de cubrir más terreno con sembradoras cada vez más grandes sin reducir la velocidad. Sin embargo, según las empresas proveedoras de esta tecnología, con el motor eléctrico la precisión de la siembra se mantiene independientemente de la velocidad de la siembra. Es así que consideran la posibilidad de sembrar a 13 km/h al tiempo de mantener la uniformidad en el espaciamiento entre semillas.

La utilización de motores eléctricos abre nuevas fronteras, permite regulaciones antes imposibles y facilita o simplifica otras. El hecho de que cada cuerpo de siembra tenga un comando independiente posibilita el corte por sección o dosificador, lo que reduce el solapamiento de la siembra que aumenta el costo de semillas y que puede provocar disminuciones de rendimiento por sobrepoblación.

También permite la compensación de siembra en caso de siembra en curvas, manteniendo el espaciamiento entre semillas en la hilera consistente desde el surco interno hasta en la parte exterior.

Foto N° 1: Esquema de siembra sin compensación en curva (izquierda) y con compensación en curva (derecha).

Los dosificadores eléctricos permiten realizar dosis variable en microvariablidad sin limitante en el tamaño de las zonas delimitadas, ya que la densidad puede variar cuerpo por cuerpo.

La simplificación del sistema y la eliminación de componentes en la sembradora liberan espacio físico en ella, posibilitando adicionar otros elementos y corriendo la frontera de la creatividad. Además permite agregar con mayor facilidad componentes de regulaciones automáticas de la siembra, como el control automático de profundidad y presión de los cuerpos de siembra.