A casi dos meses del comienzo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el deporte argentino sufrió su primera baja por doping positivo. Se trata del nadador santafesino Martín Carrizo, a quien le detectaron la sustancia EPO (eritropoyetina), una hormona producida primariamente a nivel renal que cumple un rol esencial en la oxigenación de la sangre, en un estudio que le realizaron durante el trofeo María Lenk, en Brasil, donde obtuvo dos medallas en abril pasado. La sanción fue comunicada por el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein, durante una conferencia de prensa en la sede de esa entidad.
Carrizo, de 25 años, se había clasificado para la cita brasileña en los 1.500 metros libre, y ahora se encuentra en la ciudad portuguesa de Setúbal, donde iba a participar del Preolímpico de Aguas Abiertas el 11 y 12 de junio, del que también quedó marginado. "Nosotros trabajamos codo a codo con la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) y sus Federaciones en la política de tolerancia cero contra el doping. Carrizo en una competencia en Brasil, en abril, dio positivo por una sustancia inespecífica (EPO). Por esa razón lo suspendimos provisionalmente y lo quitamos de la lista de atletas que participarán de los Juegos Olímpicos", explicó Werthein. Y aclaró: "Lo primero que se hace en este tipo de situaciones es avisarle al deportista y darle el derecho a que se realice una contraprueba. La suspensión durará lo que tarde el resultado de la misma, pero ese tiempo no da para que vaya a los Juegos".
