Tambo

De la guachera al primer servicio

La meta es criar vaquillonas que estén listas para parir a los 22–24 meses. Y para eso es importante cuidar cada etapa en la vida de las terneras. La recría se puede dividir en 4 etapas. Cada una tiene sus propias características de manejo.

Recría I "Aprendizaje"

En este momento, las terneras pasan de la estaca al campo. Es una etapa de acostumbramiento a la dieta sólida y dura entre 20 y 25 días.

Durante este período:

-Los animales deben estar en un corral limpio, amplio y confortable.

-La dieta es de "transición" y puede formularse con:

Una mezcla de grano seco de maíz (55%)

Harina de soja (25%)

Balanceado iniciador (20%)

Un núcleo vitamínico/mineral especial para terneros en crecimiento.

-La cantidad diaria de alimento debe regularse entre 2,5 y 3 kg MS/animal/día.

-Sobre el final de esta etapa, se recomienda comenzar a suministrar heno/rollo/fardo de alfalfa de excelente calidad (con abundantes hojas y tallos finos).

-Se debe ir aumentando proporcionalmente la cantidad de comida, tratando de evitar el "empacho" (meteorismo gaseoso por exceso de ingestión de grano).

El uso de grano húmedo de maíz no se recomienda en esta etapa porque el tracto gastrointestinal no está preparado para digerirlo.

Al terminar esta etapa los animales deberían estar pesando entre 95 y 100 kg.

 

Recría II

Esta etapa es clave para el crecimiento de la glándula mamaria y puede durar entre 120 y 130 días.

¿Cómo alimentar a las terneras?

-Deben recibir muy buen forraje (alfalfa, pastura picada y heno de calidad similar a la etapa anterior).

-Se debe continuar la suplementación: Los primeros 40 a 60 días se puede suministrar la mezcla anterior, pero sin el balanceado iniciador y siempre con el núcleo vitamínico-mineral. Si se utiliza un balanceado comercial, procurar que sea de muy buena calidad.

-Hasta terminar la etapa pueden seguir solamente con grano de maíz (aprox. 2 a 2,25 kg/cabeza) y el núcleo vitamínico-mineral.

-Ofrecerles siempre buena calidad de pastura y heno de alfalfa (o heno solo, si no se puede dar pasto picado o en pastoreo).

En esta etapa todavía no se recomienda dar silaje ni grano húmedo de maíz, ya que el rumen no está lo suficientemente adaptado para estos alimentos y pueden ocurrir serios problemas digestivos.

 Al final de esta etapa, las terneras deberían pesar entre 160 y 180 kg.

Recría III: "Prepuberal"

Las terneras en esta etapa pueden ser alimentadas a campo o a corral.

  • Si van al campo, se sugiere:

    • Trabajar con alta carga animal (pastoreo restringido, 80% de eficiencia).

    • Con una pastura de gran calidad.

    • Suplementar con fibra efectiva (heno) y un concentrado energético (1-1,2% del peso vivo, a base de grano de maíz (70%) y expeller de soja ó semilla algodón (30%) regulado de tal manera que complemente estrictamente al pasto y se eviten los efectos de sustitución, tan comunes en pastoreo.

  • Si van a corral:

    • Se puede formular una dieta a base de silaje de maíz (con buen grano) a razón de 4 a 6 kg de material fresco/cabeza/día, mezclado con:

    • Expeller de soja (0,350 kg).

    • Semilla de algodón (0,300 kg/animal/día)

    • Heno (fibra) 600 a 800 g/cabeza/día, preferentemente "picado" y mezclado con el silaje.

Si el ensilaje no tiene buen grano, adicionar grano de maíz extra (no más de 500 a 600 g/cabeza)

No se recomienda comenzar con el silo "de golpe". Al principio, la dieta tiene que parecerse más a la de la etapa anterior (con más heno de alfalfa) y progresivamente ir incorporando el silaje hasta llegar a la cantidad necesaria.

También utilizar un núcleo con minerales y vitaminas que puede ser el mismo de la etapa anterior.

A los 15-16 meses las terneras deberán pesar como mínimo 340 kg y tener una talla de 1,25 m a la cruz. Con este peso y tamaño se deben comenzar los servicios.

Recría IV: "Postpuberal"

Esta etapa incluye el grupo de vaquillonas servidas y/o preñadas hasta los 50-60 días pre-parto.

El manejo es similar al anterior incrementando proporcionalmente las cantidades de cada ingrediente (esta categoría consume entre 12 y 14 kg de MS/animal/día)

Si están en pastoreo no hay que descuidar el tema de la fibra efectiva y siempre controlar el tamaño de las franjas, para obtener una alta eficiencia de pastoreo. Con alta carga (3-4 vaquillonas/ha), se puede evitar que coman sólo las hojas y esto provoque una dieta desequilibrada (hiperproteica). Además, se previenen problemas de "empaste" o futuros problemas podales.

Por estas razones, la suplementación en pastoreo de alfalfa es casi una necesidad.

Si el manejo es a corral, con base en silaje de maíz o sorgo, el nivel de proteína mínimo de la dieta debe respetarse (17-18%) y el aporte de expeller de oleaginosas (soja, girasol, etc.) o semilla de algodón es indispensable.

En esta etapa y en las anteriores se deben chequear las posibles deficiencias de cobre, zinc y selenio, para reforzarlas si es necesario.Una vez finalizadas las 4 etapas de recría, ya se habla de vaquillonas.

Vaquillonas pre-parto: "Transición a la lactancia"

A las vaquillonas preñadas, entre 25 y 30 días antes de la fecha probable de parto, se las debería separar de las multíparas para evitar la competencia entre animales y para que reciban una dieta más ajustada de transición a la lactancia.

Esta dieta puede formularse sobre la base de silaje de maíz o sorgo, heno y un concentrado energético-proteico, con adecuado nivel de vitaminas y minerales.

Si se utiliza silaje de maíz con mucho grano puede no ser necesario incorporar grano extra para evitar el sobre-engrasamiento.

Al parto, la meta es llegar con una vaquillona de 24 meses y al menos el 80% del peso vivo adulto y una condición corporal no inferior a 3.25 puntos (lo ideal sería que lleguen con una condición corporal de 3.5).

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Recomendaciones especiales:

Para realizar una recría eficiente se deben cumplir algunas cuestiones de manejo:

- Provisión de un lugar confortable para los animales:

- Corrales adecuados: entre 15 y 30 m2/cabeza. Rotarlos rutinariamente para su limpieza y desinfección.

- Comederos de tipo "lineal", de 45 a 50 cm/cabeza, 20-30 cm de profundidad y 35-40 cm de ancho.

- Suministro de alimentos siempre a la misma hora. La primera ración (de la mañana) con más fibra, para preparar el rumen.

- Control del crecimiento en cada etapa para verificar el cumplimiento de las metas y realizar los ajustes necesarios.

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