Ante los ministros de las principales cuencas lecheras, los productores llevaron esta semana el siguiente diagnóstico: la caída de la rentabilidad se agravó con las inundaciones otoñales y la devaluación de principios de año. Excluido el factor climático, los tamberos apuntan sus dardos a la política nacional.
Acusan una mayor caída de la producción y un escenario de crisis. La Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL) depositó este alerta ante los ministros de Agricultura de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, que deliberaron en la capital santafesina.
La mesa de productores valoró el resultado del convite y destacó que los funcionarios se comprometieron a encontrar “una rápida respuesta” a la crisis de la lechería y a transparentar la cadena láctea.
Las provincias respondieron con convenio ad hoc , por el cual dieron la señal de tomar distancia del tope de precios (a tres pesos por litro en tranquera de tambo) que la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Augusto Costa, les impuso a las industrias, bajo apercibimiento de no otorgarles permisos de exportación.
Los santafesinos contarán a partir del mes próximo con una versión corregida del sistema de precios de referencia, implementado un par de años atrás. Y el ministro de Agricultura de Córdoba, Julián López, reconoció que los técnicos de la cartera también trabajan sobre un instrumento similar.
Uno de los puntos refrendados por los ministros alude, de manera genérica, a “promover normativas que aseguren mayor transparencia en la formación de los precios y en la formalización de los contratos”. Un aspecto sobre el que ya hubo mucha letra pero sin lograr los avances esperados.
Retracción
Según la MNPL, durante 2013 la producción de leche cruda cayó un dos por ciento, con una tendencia decreciente que se mantuvo durante los primeros cinco meses de este año: las caídas interanuales superaron en abril y mayo el cinco y el siete por ciento, respectivamente. Los productores prevén que, de continuar con este marco, la producción podría retrotraerse a volúmenes de 1999, a diferencia de lo que ocurre en los países vecinos.
La MNPL responsabiliza a la política oficial de forzar una transferencia desde el eslabón primario por 2.760 millones de dólares, sin que los consumidores recibieran beneficios: hoy pagan, inclusive con “precios cuidados”, entre tres y cinco veces el precio que reciben los tambos.
“No se entiende que, en estas condiciones, el Gobierno consolide esta situación de quebranto al presionar a las industrias a congelar el precio del productor a los valores de abril, bajo la amenaza de desautorizar las operaciones de exportación”, dijeron.
El resultado, auguran, es que se seguirán liquidando tambos, y con ello se caerá el nivel de actividad y de empleo en el interior.
