Según diversas encuestas en la próxima campaña la superficie dedicada al maíz bajará entre un 10 y un 30%. Si uno no viviera en Argentina no entendería por qué en un año con precios internacionales récord y costo relativamente bajo de los fertilizantes los productores no se vuelcan masivamente a este cultivo, teniendo en cuenta los beneficios que rotar con maíz trae al suelo y la productividad de los cultivos que le siguen.
Según una encuesta de Fertilizar A.C. realizada en mayo, previo al anuncio de apertura del mercado, la superficie fertilizada descendería un 13% y el volumen comercializado un 11%, afectado fuertemente por la disminución de la participación de las gramíneas en las rotaciones. Mas allá del cultivo que se elija, la menor fertilización tendrá efectos negativos por una disminución de la disponibilidad de nutrientes y una reposición pobre.
¿Por qué no sembrar?
La sequía reciente en la memoria de los productores es suficiente argumento para cuestionar las razones para elegir el cereal. Además el enrarecimiento de las reglas del juego, sumado al mayor costo de implantación y el escaso acceso al crédito hacen que los productores se vean desanimados a la hora de invertir.
¿Por qué sembrar?
Los pronósticos climáticos son favorables para la región productiva argentina, además los precios internacionales son excelentes y los futuros son mejores, proporcionalmente, que los dela soja. La apertura de los mercados con la liberación de 15 millones de toneladas para exportar ha disminuido la incertidumbre generalizada que se vivía hace sólo 2 meses. Por otro lado, la relación insumo producto es altamente favorable, específicamente en el caso del fosforo la cuenta cierra como nunca antes, hoy se puede hablar de fertilizar con fosforo como una inversión a futuro. Además la relación soja/maíz es la menor de los últimos años.
Desde Fertilizar A.C. aseguran que no hay indicios de un aumento de precios próximo. En el caso de la urea, la relación esta en un buen momento mientras que la relación MAP*/maíz se encuentra en el mínimo con respecto a las últimas dos campañas.
Las señales no sólo son de mercado, teniendo en cuenta los últimos años incorporar maíz a la rotación que tuvo soja en la mayoría de las campañas, la recomposición de nutrientes que significa el mayor volumen de rastrojos aportados por el cereal versus la soja es notoria, ademas en planteos de siembra directa, la mayor porosidad que aporta el sistema radical del maíz es muy importante.
Si se considera que los perfiles se encuentran totalmente cargados de agua se puede afirmar que el ambiente esta como para apostar a mayores rendimientos con maíces tempranos que puedan expresar todo el potencial que caracteriza al cereal.