La campaña agrícola 2025/2026 en el área agrícola se encamina con muy buenas perspectivas productivas, aunque el escenario climático impone riesgos que podrían afectar el desempeño de los cultivos y las pasturas en distintas etapas del ciclo. Así lo señala el último informe agroclimático elaborado por el especialista Eduardo M. Sierra para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Según el análisis, durante las últimas semanas el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial alcanzó su máxima expresión, tanto en su margen asiático como americano, configurando un estado de "La Niña Débil". A este fenómeno se suma una mayor intensidad de los vientos polares, que provocaron un marcado enfriamiento del Océano Glacial Antártico y favorecieron el ascenso hacia el norte de la Corriente Fría de Malvinas, enfriando el litoral atlántico sudamericano.
Si bien se espera que este episodio sea de duración acotada y que el sistema climático retorne a condiciones normales hacia el final del próximo verano, el informe advierte que persistirán riesgos relevantes en lo que resta de la campaña. Entre ellos se destacan los fríos tardíos en el sur de la Región Pampeana, capaces de retrasar el desarrollo de los cultivos; tormentas severas localizadas con lluvias intensas, vientos y granizo; y la posibilidad de un período seco y caluroso entre fines de la primavera y el inicio del verano, con impacto negativo sobre cultivos, pasturas y riesgo de incendios.
Primavera 2025: lluvias abundantes y alta variabilidad térmica
Desde la tradicional Tormenta de Santa Rosa y a lo largo de la primavera, el sistema climático mostró una elevada actividad. Se registraron precipitaciones abundantes, con focos de tormentas severas que permitieron mantener buenas reservas de humedad en los suelos, aunque también se intensificaron los anegamientos en zonas bajas. En paralelo, la temperatura presentó una fuerte variabilidad, alternando heladas tardías e intensas con episodios de calor temprano.
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En este contexto, los eventos tipo La Niña tienden a favorecer al Trópico, por lo que se esperan lluvias abundantes en el centro de Brasil, Paraguay, el NOA y el extremo norte de la Mesopotamia, acompañadas por altas temperaturas y riesgo de tormentas severas puntuales. Estos efectos podrían extenderse hacia el oeste de Córdoba.
En contrapartida, gran parte de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia, Uruguay y el extremo sur de Brasil podrían recibir precipitaciones inferiores al promedio, con un foco seco destacado en el límite entre Córdoba, La Pampa, Santa Fe y Buenos Aires. La combinación de menores lluvias y fuertes calores podría generar un balance hídrico negativo, estrés hídrico en cultivos y pasturas, e incluso incendios de pastizales.
Verano 2026: transición a condiciones neutrales
De acuerdo con el informe, el verano 2026 comenzará bajo un escenario de La Niña Débil, evolucionando gradualmente hacia un "Neutral Perfecto", con anomalías térmicas prácticamente nulas hacia el final de la estación. Al mismo tiempo, se prevé una disminución en la intensidad de los vientos polares, lo que mejora las perspectivas generales.
No obstante, el patrón climático seguirá presentando riesgos significativos. Entre ellos, la posible continuidad de un período seco y muy caluroso desde fines de la primavera hasta mediados del verano sobre gran parte de la Argentina, Uruguay y el sur de Brasil, con impacto directo sobre los rendimientos y mayor riesgo de incendios. En paralelo, podrían registrarse excesos hídricos en el norte del NOA, el oeste del Chaco, Paraguay occidental, el norte de la Mesopotamia y amplias zonas de Brasil. En tanto, el sur de Cuyo y el oeste pampeano mostrarían lluvias por debajo de lo normal.
Otoño 2026: contrastes marcados
El otoño 2026 comenzará bajo condiciones de Neutral Perfecto, con una transición hacia un Neutral Cálido. Sin embargo, esta evolución se verá compensada por una activación temprana de los vientos polares, dando lugar a un escenario climático contrastante.
Las irrupciones de aire frío podrían generar tormentas cordilleranas intensas y enviar masas de aire polar sobre el área agrícola, configurando una amplia franja seca que atravesará el oeste del NOA, Cuyo y gran parte de la Región Pampeana. Este patrón reduciría el riesgo de calores tardíos, pero incrementaría la probabilidad de heladas tempranas.
En sentido opuesto, la circulación tropical se mantendría activa sobre el este del NOA, Paraguay, el Chaco, la Mesopotamia, el sur de Brasil y Uruguay, sosteniendo el riesgo de calores tardíos, lluvias abundantes y tormentas severas.
Un escenario favorable, pero con cautela
En síntesis, el informe remarca que la campaña agrícola 2025/2026 mantiene un excelente potencial productivo, sustentado en buenas reservas hídricas iniciales y una evolución climática que, en términos generales, resulta favorable. Sin embargo, advierte que subestimar los riesgos sería imprudente, ya que la variabilidad climática podría generar impactos significativos si no se adoptan estrategias de manejo adecuadas.
La recomendación final es clara: seguir de cerca la evolución del clima y ajustar decisiones productivas para aprovechar las oportunidades que ofrece la campaña, minimizando al mismo tiempo los posibles efectos adversos.
