El frigorífico brasileño Marfrig - que en 2007 compró Paty y luego la vendió a Brasil Foods - dijo que se desprenderá de parte de activos para reducir pérdidas que en el primer trimestre del año ascendieron a US$ 40 millones.
No es la única empresa productora de carne que reduce sus inversiones en el país. El grupo JBS -que llegó a tener ocho plantas en el país- está operando solo en una.
Recién el año pasado, Marfrig se desprendió de la estructura vinculada con la producción de las hamburguesas Paty, cediendo ese negocio a Brasil Foods. De todos modos, conservó activas cinco plantas que había comprado a Quickfood, Estancias del Sur y AB&P.
Ahora tras las pérdidas que arroja su balance, la compañía anticipó que aplicará un programa de ahorro y venta de activos. Dijo que en la Argentinareducirá la actividad de “confinamiento” (el engorde de hacienda propia en feed lot) y del “cierre de dos plantas”, con un ahorro de 30 millones de reales.
La situación se vive con tensión en Vivoratá, una localidad cercana a Mar del Plata donde Marfrig tiene una de sus plantas. Allí, la compañía brasileña está tentando a los empleados a que acepten un retiro voluntario. El martes, pasado, las autoridades de la empresa Marfrig prometieron pagarlo en tres cuotas, y no en seis como habían dicho al principio.
