Llovió en EE.UU. y cayo la soja

La variable que aún podía dar sorpresas y compensar las pérdidas, el precio, está tropezando. El dato tampoco es bueno para el gobierno nacional porque implica una menor recaudación.

La soja que había llegado a un máximo de u$s 645,8 la semana pasada volvió a desplomarse ayer en Chicago al filo de los u$s 600 por tonelada, aunque culminó la jornada algo por encima de ese valor, con un fuerte retroceso de más de u$s 21 la tonelada. Los contratos futuros de la soja estadounidense bajaron con fuerza casi un 3%, ante los pronósticos de que caerían lluvias en partes de la región central de Estados Unidos, lo que favorecería a las dañadas cosechas del país. En concreto, la soja para entrega entre agosto del 2012 y agosto del 2013 cayó entre 32,50 y 56,25 centavos de dólar por bushel.

Así, la posición para agosto de 2012 bajó 2,9% a u$s 606 por tonelada. De esta manera, la oleaginosa retrocedió más de 6% esta semana, la mayor pérdida de dos días para el contrato al contado desde febrero del 2011, ante la idea de que las tormentas podrían impulsar las expectativas de cosecha.

El clima cálido y seco que perjudicó el desarrollo de la soja estadounidense es el principal causante del alza del poroto, que en su escalada catapulta a sus derivados, aceite y harina, productos que la Argentina exporta, posicionándose como líder del mercado mundial. Ahora, los pronósticos de lluvias para las zonas agrícolas del país del Norte golpeadas por la sequía podrían revertir la tendencia. Según los reportes climáticos, el norte de la región central de EE.UU. recibirá lluvias esta semana, con acumulados de entre 25 y 50 milímetros.

Al mismo tiempo, la crisis financiera está golpeando a los precios de los commodities en particular el de la soja. Ayer, la caída de los principales indicadores bursátiles globales afectó a estos valores, debido a que llevaron a los fondos de inversión a tomar parte de las ganancias acumuladas en las últimas semanas en el mercado de granos.

Las pérdidas se dan en un contexto en el que el nivel de exportaciones argentinas, tanto en valores como en cantidades, sufrieron la mayor caída desde la recesión de 2009. En el primer semestre, las caídas más pronunciadas se registraron en la exportación de porotos de soja cayó u$s 634 millones (29,7%) y la de aceite de soja, u$s 357 millones (13,6%).

No obstante, en el mercado abundan las voces alentadoras. Aún con la baja, la soja ganó unos u$s 200 (48%), desde el mínimo de u$s 406,76 por tonelada que registró el 9 de diciembre de 2011. En esta línea, Ricardo Baccarin, presidente de Panagrícola, explicó a El Cronista que el panorama sigue intacto. Ya se preveían por estos diez días lluvias. Todavía no se puede hablar de cambio de tendencia.

En rigor, más allá de la corriente bajista impulsada por este pronóstico, la gravedad de la sequía no varía, sobre todo porque las zonas que menos lluvias recibirán son las de mayor producción, como Iowa, Illinois y Missouri. La soja podría revertir parcialmente la delicada situación actual, pero para ello serán necesarias más y mejores lluvias que las pronosticadas ayer.