En las diferentes regiones productivas argentinas los mejores campos agrícolas ya fueron renovados o arrendados. Los campos malos –especialmente si cuenta con presencia de malezas resistentes a glifosato– no los quiere nadie. Y por estos días aún se siguen negociando los establecimientos de aptitud media.
La mayor parte de los propietarios de campos de aptitud media no aceptaron el ajuste a la baja ofrecido este año por sus inquilinos. Pero, a diferencia de otros épocas en las cuales los arrendatarios hacían fila para robarse campos unos a otros, ahora no aparece nadie (ni vecino ni foráneo) que pueda realizar una mejor propuesta.
En tales circunstancias algunos propietarios de campos de aptitud media ya comenzaron a evaluar la posibilidad de realizar acuerdos a porcentaje para obtener una mejor renta en caso de que los rindes superen determinado nivel.
Por ejemplo: un campo medio de la zona norte de Buenos Aires, que recibió una oferta de alquiler de 12,0 qq/ha de soja, recibiría un ingreso bruto total de 306,6 u$s/ha con el valor actual de la Soja Mayo 2015 del Matba (255,5 u$s/tonelada).
Ese mismo campo con un acuerdo a porcentaje del 33,0% para el propietario generaría un ingreso de 306,6 u$s/ha con un rinde final promedio de 36,4 qq/ha a un valor de 255,5 u$s/tonelada. Pero si el precio a cosecha de la soja repunta en mayo del año que viene para ubicarse en 280 u$s/tonelada, entonces el ingreso bruto de 306,6 u$s/ha ocurriría con un rinde de 33,2 qq/ha. Todo lo que supere ese rinde sería ganancia para el dueño del campo (con el riesgo, claro, de obtener un menor ingreso en caso de una falla productiva).
En la presente campaña los mejores acuerdos fueron los pactados de manera temprana, dado que hasta comienzos de junio pasado el valor de la Soja Mayo 2015 del Matba superó los 290 u$s/tonelada (con lo cual las primeras cuotas de los alquileres cerrados en el primer tramo de 2014 quedaron fijadas en esos valores que, si bien por entonces parecían malos, hoy lucen espectaculares)
