Oleaginosa

Colza - Canola

La colza (Brassica napus), es una oleaginosa muy difundida en el mundo, que se adapta sin problemas a distintas situaciones de suelo con aptitud agrícola

Elección del lote y preparación del terreno

Esta planta, originaria de Argentina y seleccionada principalmente por Canadá, se ha difundido por todo el mundo también con el nombre de Canola (Canadian Oil) caracterizada principalmente por no poseer ácido erúsico que es una sustancia tóxica que sí tiene la planta en estado de maleza (que es el tan conocido nabo común de flor amarilla).

Dentro de las limitaciones principales por las cuales el cultivo de colza no se había desarrollado en la provincia de Entre Ríos se puede mencionar, su competencia con el trigo, ambos tienen períodos de ocupación similar, comercialización limitada en compradores y cosecha dificultosa con mayores riesgos.

Sin embargo, el principal problema que redujo su difusión en áreas muy aptas para este cultivo, es que la colza y la maleza nabo común (Brassica campestris) son la misma especie, como ya fue mencionado, no existiendo herbicidas selectivos que permitan diferenciarlos, el ácido Erúsico que contiene la maleza, tóxico para el consumo humano es motivo de reducciones de precio en la comercialización e incluso el rechazo del cultivo. En la actualidad los cambios tecnológicos producidos en la provincia, especialmente los relacionados con la adopción generalizada de la siembra directa, modificaron esta situación, limitando la aparición de nabo al no realizar movimientos de suelo, por lo cual la SD es una condición muy favorable para el desarrollo del cultivo en la provincia manteniendo los niveles tolerables de dicho ácido por la no aparición del nabo maleza. Además, la adopción de las sojas RR han ido disminuyendo los niveles de infestación de los campos con nabo, sobre todo en los períodos tempranos, por lo que otra situación recomendable es incorporar a la colza dentro de la rotación con soja.

Su mejor desarrollo se da en suelos del tipo franco arcilloso, adaptándose bien a los de tipo vertisólico siempre y cuando se exceptúen las zonas que presenten condiciones de anegamiento típicas de bajos índices de infiltración.

Estas situaciones no son recomendables para el desarrollo de la colza por ser susceptible a excesos hídricos provocando detrimento en el rendimiento granario.

Por lo tanto, a la hora de planificar la elección del lote para la implantación de la colza, se deberían seleccionar situaciones de loma y media loma evitando los bajos anegadizos.


Época de siembra

Teniendo en cuenta los resultados de los ensayos realizados por la EEA INTA Concepción del Uruguay, el período recomendable para la siembra de colza canola en Entre Ríos, se extiende desde la segunda quincena de abril hasta la primera de junio, siendo el momento óptimo, la primera quincena de mayo, situación en donde se obtuvieron los mejores rendimientos granarios en la mayoría de los cultivares evaluados.


Siembra

Esta etapa es de vital importancia para un buen resultado del cultivo ya que la colza no presenta comportamiento de compensación vegetativa, con lo cual los fallos en la siembra darán como resultado zonas prácticamente improductivas. Por este motivo, es de fundamental importancia dedicar un tiempo prudencial a corregir y regular los sistemas de dosificación de la sembradora, verificar la libre descarga de las semillas en los tubos de bajada, regular simétricamente en todos los cuerpos la profundidad de siembra, corregir la carga de los trenes de acuerdo a las condiciones del suelo, cerciorarse de que el aporte de tierra de las ruedas tapadoras no sea excesivo (sin dejar lomo) y, por supuesto, siempre conservar un buen estado de mantenimiento de todos los órganos y respetando no superar los 7 km/h de velocidad de siembra.


Configuración de la sembradora

Dosificadores
Los dosificadores del tipo rodillos acanalados son los que se comportan relativamente mejor para la dosificación de semillas de colza canola, son los usados por todas las máquinas en la siembra de leguminosas en el llamado cajón alfalfero. En éstos, es importante verificar que todos siembren en forma pareja. Siempre es conveniente cambiar la relación de engranajes por la velocidad más baja de manera de poder usar los rodillos lo más abiertos posible.
Los rodillos helicoidales son los que tiene mejor comportamiento para esta situación presentado fácil regulación de densidad sin problemas de atoramiento aunque no son muy difundidos en el mercado.
En caso de utilizar el cajón triguero, también con rodillo acanalado, es conveniente emplear un material inerte para dar el volumen necesario que facilite la distribución de la semilla y prestar atención a la posición de la placa reguladora de flujo la que deberá estar en una posición cercana a cerrada debido al alto grado de escurrimiento que tiene la semilla.

Tubos de bajada
La mayoría de las máquinas actuales están equipadas con tubos de goma corrugada como conexión entre los dosificadores y los abresurcos. Se debe verificar que los tubos sean de pared interna lisa y que no presenten curvas con la máquina clavada. Si bien esto es importante para todos los cultivos, es especialmente limitante para la colza, caso contrario se producirá una siembra desuniforme dado el pequeño tamaño de la semilla.

Tren de siembra
Es preferible utilizar cuchillas rastrojeras que produzcan algún mínimo movimiento del surco de manera que faciliten el trabajo de las ruedas tapadoras, las turbo para suelos más francos y las ripley o lisas para suelos más arcillosos pueden ser una buena elección. Se debe tener cuidado que la profundidad de trabajo sea la menor posible siempre que corte el rastrojo, ya que, sino podrá condicionar la profundidad del abresurco. Incluso es posible eliminarlas en condiciones de escaso rastrojo en máquinas que tengan abresurcos del tipo doble disco descentrado o de discos desiguales.
El abresurco del tipo doble disco iguales o descentrados es preferible al monodisco ya que proporciona un mejor control de profundidad situación clave para este tipo de semillas. El monodisco, si bien es más versátil, dependiendo del estado y tipo de suelo podría provoca desgarros en una de las paredes lo que no contribuye a obtener un control de profundidad más preciso. Con el mismo objetivo las doble ruedas controladoras de profundidad son más efectivas que las simples.
El control de carga es otro de los elementos a tener en cuenta, generalmente se utilizan las sembradoras con los resortes al máximo para favorecer la penetración. Se deben graduar a la presión necesaria para que penetren y no más, en este sentido, las sembradoras equipadas con control de carga hidráulico o hidroneumático presentan ventajas interesantes.
Las ruedas apretadoras o contactadoras deben ser en lo posible de teflón o de acero inoxidable para asegurar la no adherencia de las semillas y suelo, también se deben poder regular a baja presión realizando una labor suave en el surco, caso contrario será preferible prescindir de ellas, las colitas fijadoras realizan un trabajo más seguro.
La elección de las ruedas tapadoras dependerá del tipo y estado de suelo. Como ideal las mono ruedas de banda ancha son las que realizan el mejor trabajo siempre y cuando haya suelo no muy compactado, caso contrario se deberá elegir las doble ruedas equipadas con casquetes dentados armados con la concavidad hacia fuera de manera de no formar un camellón sobre el surco.


Profundidad de siembra

Teniendo en cuenta el tamaño de la semilla y para lograr una emergencia rápida y uniforme se recomienda colocar la misma a una profundidad de 2 cm, en estrecho contacto con el suelo y sin llegar a exceder los 3 cm de profundidad. Esto se logra utilizando sembradoras con órganos abresurcos de doble disco, equipados con limitadoras de profundidad a cada lado del abresurco y con ruedas compactadoras de presión cero. Profundidades superiores a los 3 cm traerán aparejado una disminución en el porcentaje de plantas logradas agravado por no tener un efecto compensatorio marcado, retraso en la emergencia y en el desarrollo inicial lo que complica la competencia con las malezas, y desuniformidad de emergencia con plantas dominantes y dominadas. Todos estos aspectos pueden influir negativamente originando problemas en la cosecha por desuniformidad en la madurez. Por lo tanto la correcta regulación de la profundidad de siembra es un punto clave para lograr un stand de plantas uniformes que mejoraran las condiciones de cosecha y mejorará el rendimiento granario. Una posibilidad válida es realizar la siembra al voleo como cuando se utiliza el cajón alfalfero, en ese caso se verificará que la semilla solo quede tapada por acción de los discos de las ruedas tapadoras regulando su angulación.


Distancia entre líneas de siembra

Las distancias entre hileras de siembra de 17,5 a 20 cm son las ideales, porque se logra un grado de cobertura óptimo y permite una distribución espacial de las plantas correcta sin dejar espacios de luz descubiertos mejorando la eficiencia en la captación de radiación lumínica y evitando el desarrollo de malezas. Hileras más distanciadas con igual densidad de siembra provoca una alta concentración de plantas con una mayor agresividad competitiva entre ellas lo que deriva en menor capacidad de ramificación con tallos de menor diámetro y consecuentemente con mayor probabilidad de vuelco y aumentando los inconvenientes al momento de la cosecha.


Densidad de siembra

Los ensayos zonales de densidad de siembra de colza canola mostraron que los mejores resultados en rendimiento se logran cuando existe un stand de plantas de entre 60 y 80 plantas por m2, lo que equivaldría a entre 10 y 15 plantas logradas por metro lineal, esta densidad de plantas se logran sembrando aproximadamente entre 4 y 6 Kg/ha dependiendo fundamentalmente de la calidad de la semilla y del peso de 1000 unidades.

Densidades de siembra muy por encima de estos valores no son recomendables debido a que aumenta la competencia intraespecífica debilitando la población en forma marcada, sobre todo, cuando se dan condiciones ambientales o de fertilidad desfavorables para el cultivo.


Control de malezas

Para este punto el primer parámetro que se debe tener presente para la implantación de colza es la limpieza del lote de siembra. Se debe planificar la siembra dentro de una rotación, de manera de contar con un terreno libre de malezas, principalmente de crucíferas que son las causantes del aumento en los porcentajes de ácido erúsico en el aceite y para las cuales no existen herbicidas selectivos. La tolerancia de este ácido en el recibo es del 2 %, por encima de este valor se perciben reducciones en el precio de comercialización y el aceite se vuelve menos apto para el consumo humano y se tendrá que destinar para otros fines como por ejemplo producción de biodiesel.

Se debe prestar fundamental atención al momento, densidad, profundidad y uniformidad de siembra, de manera de lograr, a través de un manejo cultural, una población de plantas óptima y con un crecimiento inicial lo mas acelerado posible logrando, de esta forma, una eficiente competencia con las malezas.O

Otro factor que es fundamental tener en cuenta para lograr un buen control de malezas es el sistema de siembra; utilizando la siembra directa para la implantación de la colza no se produce remoción total del suelo y por lo tanto no se da el efecto de escarificación de la semilla de crucífera que se encuentra latente en el suelo evitando de esta forma que esta emerja.

Las experiencias con herbicidas de hoja ancha no son abundantes debido a que la colza es sumamente sensible a herbicidas como el glifosato, 2,4-D, MCPA entre otros, si hay una basta experiencia con graminicidas, los cuales se pueden utilizar para el control de gramínea en presiembra y postemergencia.


Fertilización

Con respecto a la fertilización, existe una respuesta muy marcada a la fertilización azufrada con rendimientos de un 30 % superior. Los mejores resultados agro-económicos se obtuvieron con aplicaciones de 34 Kg de Nitrógeno y 14 Kg de Azufre.

La colza es muy sensible a las carencias de azufre ya que es un componente fundamental de dos de sus aminoácidos esenciales, la cisteina y metionina, necesarios para síntesis de proteínas y clorofila, por lo que es fundamental aplicar fertilizantes sulfatados cuando los niveles de azufre en suelo son relativamente bajos.


En la actualidad la EEA C. del Uruguay está trabajando en inoculación de semillas con Azospirillum el cual se presenta como un promotor del crecimiento radicular, los primeros resultados han erogado aumentos sustanciales en el rendimiento granario de colza en las parcelas inoculadas con azospirillum pero dicho trabajo sigue en fase de evaluación.

 Dr. Oscar Pozzolo, Ing. Agr. Msc. Hernán Ferrari, Téc. Univ. Claudia Curró

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