La meta es unir sinergias con otros rubros como la horticultura y los lácteos para lograr un mayor posicionamiento de las lanas australianas en China.
“Precisamos investigar la floreciente clase media de China e India en lugar de mirar hacia el mercado de la Unión Europea, que parece haber alcanzado un pico de demanda”, dijo John Hassell, productor de Australia Occidental y dirigente de la institución. La lana es un producto de alta calidad y un producto seguro.
“En China e India, en la medida que las personas mejoran su poder adquisitivo, comienzan a demandar productos de mayor poder adquisitivo”, agregó Hassell.
La crisis económica que sufrió y en cierta media aún sufren varios países de la Unión Europea, le pegó duro a las empresas laneras australianas y a las de otros países productores que apuntan con sus productos a ese mercado. China es un fuerte comprador de lanas para industrializar, pero también hay nichos de mercado de alto valor para lanas finas y es ahí donde la clase media emergente comienza a mirar cada vez más.