El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , trabaja desde principios de año en la confección de un conjunto de acuerdos con sectores clave de la economía para comprometerlos a aumentar sus inversiones, su dotación de empleados y sus exportaciones. Cinco meses después, un realismo poco frecuente en el discurso kirchnerista parece haberse apropiado del funcionario, que limitó sus aspiraciones iniciales a obtener de las empresas un tímido compromiso de que, al menos, se esforzarán por evitar despidos.
Ésa parece ser la orientación que guió la redacción del acuerdo que Capitanich firmará mañana en la Casa de Gobierno con Martín Dedeu, el presidente de la CAEM, la cámara que reúne a las empresas mineras. Se trata de un sector estratégico para el Gobierno, dado que, junto a la industria automotriz y al campo, se encuentra entre los principales complejos exportadores. El año pasado ingresó más de US$ 2300 millones, según números del Indec. Sus principales exponentes son Minera La Alumbrera y Barrick.
En paralelo, el Gobierno discute acuerdos similares con otros sectores, como la industria vitivinícola y la plástica. En abril, la propia Cristina Kirchner había firmado convenios con los sectores de turismo, bienes de capital, línea blanca y aluminio, entre otros.
Luego de varias marchas y contramarchas, los mineros aceptaron comprometerse a mucho menos de lo que les pedía Capitanich. Entre otras cosas, a "mantener los aproximadamente 43.000 puestos de trabajo en mina registrados en el sector", de acuerdo con el último borrador.
Los empresarios están de acuerdo en que la industria les da trabajo de manera directa e indirecta a más de 100.000 personas. El número dista muchísimo de los 500.000 que le asigna a la actividad el secretario de Minería, Jorge Mayoral.
El funcionario, que responde al ministro de Planificación, Julio De Vido, protagonizó un contrapunto con Dedeu el miércoles de la semana pasada en Catamarca, en el marco del almuerzo por el día de la minería. El empresario se quejó por las trabas a las importaciones y la "difícil situación" que atraviesa el sector. Mayoral le retrucó que ésta era la "década ganada de la minería".
El acuerdo de mañana parece convalidar los dichos de Dedeu. En términos de producción, los mineros aceptaron mantenerla "en los mismos niveles que los del año 2013". Según el texto, alcanzarán los $ 42.000 millones.
Sólo en el ítem referido a las exportaciones los empresarios se comprometerán a mejorar sus números del año pasado.
En 2013 vendieron al exterior $ 18.400 millones, mientras que este año esperan alcanzar los $ 35.000 millones. Ambas cifras fueron expresadas en dólares, por lo que dependen más del comportamiento de los precios internacionales del oro, la plata y el cobre y de la devaluación antes que de la performance del negocio minero local.
A cambio, el Gobierno se comprometerá a agilizar la devolución de reintegros de IVA y los reembolsos de exportaciones.
El punto que más les interesa a los mineros es la conformación de una mesa de trabajo para destrabar "lo atinente al régimen de importaciones de maquinaria e insumos esenciales para la construcción o producción, para garantizar el normal funcionamiento de todos los proyectos".
