El trabajo, difundido hoy en Londres, precisa que el crecimiento anual de la demanda energética pasará de más de 2% en las dos últimas décadas a 1% al año después de 2025.
Esto se deberá, de acuerdo al informe al que accedió EFE, a "los precios y las políticas" energéticas aplicadas por los diferentes países, así como a "un cambio estructural de la economía global hacia los servicios y sectores industriales más ligeros".
La AIE prevé que la distribución global de la demanda cambie de forma destacada en los próximos 25 años: permanezca plana en Europa, Japón, Corea y Norteamérica mientras que aumente en Asia (60% del total), África, Oriente Medio y América latina.
El informe anual de la entidad también señala que en 2030 China superará a Estados Unidos como principal consumidor de petróleo del mundo, al tiempo que este país reduce marcadamente su consumo, y otros en el sur de Asia, como India, Oriente Medio y el
África subsahariana disparan su demanda.
En 2040, la oferta de energía para satisfacer la demanda global se divide casi en partes iguales entre petróleo, gas, carbón y fuentes de bajo carbón, apunta la Agencia.
El suministro de petróleo está garantizado a corto plazo, pero la AIE, que analiza el mercado para sus 29 países miembros y advierte de que la dependencia de un pequeño número de productores en Oriente Medio "presentará desafíos en el futuro".
Por último manifiesta preocupación por la falta de inversión, que puede socavar la oferta a largo plazo, así como la persistente inestabilidad en la región.