El consumo general de carne en el país se ubica en 109,9 kilos promedio por habitante, según el Ministerio de Agricultura de la Nación, y es uno de los más altos del mundo. Se trata de carne bovina, avícola y porcina cuyo consumo creció “de manera sostenida”, según la cartera nacional.
Juan Luis Uccelli, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, dijo que el consumo de carne de cerdo es de 14,5 kilos por año por habitante, de los cuales 3,5 son chacinados o embutidos (principalmente jamón crudo y jamón cocido). El consumo total de chacinados (de cerdo y de los otros, incluyendo salchichas) es de 10 kilos por año por habitante.
En España, el consumo medio per cápita de carne es menos de la mitad de Argentina, 51 kilos al año, es decir, 139 gramos al día.
De esos 51 kilos, 37 kilos son de carne fresca, la mayoría pollo (14 kilos) seguida de cerdo (11 kilos) y vacuno (seis kilos).
OMS. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyeron en su informe que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 por ciento.
¿Cuál es una carne procesada? Aquella “transformada por salado, maduración, fermentación u otros procedimientos” como las salchichas, el jamón, los chorizos, el corned-beef y otras carnes en conserva además de las preparaciones y salsas a base de carnes. La OMS clasificó el consumo de carne roja como “probablemente carcinógeno”. Por “carnes rojas” debe entenderse “todos los tipos de carne provenientes de tejidos musculares” de mamíferos, incluyendo la carne vacuna, porcina, ovina, equina y caprina.
