Con la cosecha de girasol casi finalizada, se observa disparidad en rindes. La franja costera de Mar del Plata a Miramar es la que muestra rindes más altos de entre 25 y 30 qq/ha, ya que recibió lluvias más regulares. Hacia el Oeste y hacia Tandil, los rindes resultaron más bajos y erráticos por la disparidad en las lluvias, con extremos entre 13 y 28 qq/ha. En general se estima que el promedio zonal podría alcanzar 23 qq/ha.
Tal como surge del cuadro, los rindes de indiferencia para siembras en campo propio, que son los que se necesitan para cubrir la totalidad de los costos (implantación, cosecha, comercialización y gastos fijos o de estructura) son del orden de 39 qq/ha en el cultivo de trigo.
El problema del trigo sigue siendo el precio. No por las retenciones (que se bajaron a cero), sino porque sigue habiendo diferenciales entre el precio FAS teórico y el presio FAS de mercado.
En el caso de la soja de 1ª, el rinde de indiferencia es de 24 qq/ha, en girasol de 15 qq/ha y en maíz de 46 qq/ha.
Para siembras en campo arrendado, para un valor de arriendo estimado en 6,5 qq/ha de soja, y para los precios y costos que se muestran en el cuadro, el costo total en quintales se estima en 42 qq/ha para trigo, 26 qq/ha para soja de primera, 17 qq/ha para girasol, y 50 qq/ha para maíz.
Las cifras expuestas están calculadas en base a los costos de reposición (vale decir los que se requerirían para volver a sembrar). Los resultados del ciclo 2015/16 son los que permitirán afrontar las siembras 2016/17. Los precios disponibles de maíz y de girasol son más competitivos que los de trigo y los de la soja.
Para el ciclo 2016/17 se proyecta un aumento en el área de trigo en la zona en vista de que se trata de un cultivo "clave" para la zona y no hay trabas para la exportación. Además, la baja en los valores de los fertilizantes permitirá ajustes en la tecnología para apuntar a mayores rindes. La situación contrasta con el contexto vigente en los últimos años hasta diciembre pasado.
También se prevé un crecimiento en el área de girasol y de maíz, que le quitarán hectáreas a la soja. De cara a la nueva campaña el horizonte está más despejado, y todo apunta a la vuelta de las rotaciones de cultivos, tan necesaria luego de numerosos años de repetir soja sobre soja.