El miedo se apoderó del campo. Los últimos asaltos violentos contra productores y dueños de estancias puso otra vez en alerta a los vecinos de la zona rural de Junín y a la policía. Ahora intentarán concretar la colocación de cámaras de seguridad.
Luego del robo sufrido por María Papaleo en Pastor Bauman al 3200, en el que los agresores la maniataron para exigirle “la plata grande”, la alarma se reactivó en la zona rural. Es que éste es el cuarto hecho de las mismas características en lo que va del año. Además, en la Sociedad Rural de Junín, los productores denuncian que se roban cada vez más animales de las haciendas.
“Lo que ocurre en la ciudad de Junín, pasa también en el campo, pero peor”, dijo a Democracia Rafael Torello, presidente de la Sociedad Rural de Junín. “Tenemos muchos casos de agresión física, que es lo que más nos preocupa”, dijo Torello.
En ese sentido, el comisario Sandro Roberto Merlo, jefe del Destacamento de la Policía Rural de Junín, coincidió con Torello: “lo que nos preocupa mucho son los casos de violencia”, dijo al ser consultado por la inseguridad en la zona.
Merlo, quien asumió en el cargo en octubre del año pasado, destacó el desbaratamiento de una banda de tres personas que se dedicaba a los golpes comando en estancias, con inteligencia previa del objetivo. “Pero en este momento están golpeando a la zona distintas bandas. Tienen el mismo modus operandi pero no son siempre los mismos”, comentó.
“Estamos trabajando en conjunto con la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Junín, detrás de los pasos de estos delincuentes”, dijo Merlo, quien señaló que las bandas suelen tener a un integrante de la zona, pero que “el resto viene de otros lugares”.
“Hacen mucha inteligencia previa. A veces puede ocurrir que una persona que hace una changa en un campo observa los movimientos y luego se los pasa a los delincuentes, o bien, hay quienes se hacen pasar por clientes y simulan que van a comprar un chancho pero en realidad están estudiando el campo, los accesos, a los dueños, y después van y dan el golpe”, explicó el comisario.
Una grave seguidilla delictiva ocurrida el año pasado, había llevado a los productores rurales de la zona a implementar la colocación de cámaras de seguridad. “Entre los productores nos encargamos de la compra de los artefactos, la municipalidad pone a disposición el Centro de Monitoreo y la empresa Acerca se encarga del tendido y la conexión a Internet”, explicó Torello.
Pero la instalación de esta tecnología se vio perjudicada por la restricción a las importaciones. “Desde que Guillermo Moreno nos trabó la compra de las cámaras, el proyecto está frenado. Pero ahora vamos a intentar de nuevo”, comentó Torello, quien detalló que cada artefacto tenía un costo de entre 10 mil y 15 mil pesos antes de la última devaluación. “Para el productor no significa un gran costo teniendo en cuenta que eso es lo que puede perder sólo en un robo de animales”, comentó.
Con tres cámaras, los productores aseguran que pueden controlar todos los accesos a los caminos rurales. “Pondremos uno sobre la ruta 65 y 46, camino a Bragado. Y también vamos a cubrir la zona de Cuatro Caminos, Los Toldos, camino a Baigorrita, la zona de la laguna de Gómez”, comentó Torello.
“Es algo bastante necesario porque hay que pensar que sólo por un robo de hacienda, el productor tiene que trabajar entre 4 y 6 meses para recuperar. El campo está trabajando sobre márgenes en rojo. Un robo ahora golpea muy fuerte”, dijo el dirigente.
La estrategia de la colocación de cámaras, es netamente disuasiva. “La idea es que sepan que van a ser vistos, y a la policía les va a permitir esperarlos porque una vez vistos no van a tener muchos lugares por donde salir”, explicó.
En ese sentido, la policía espera sumar más efectivos. El comisario Merlo admitió que necesitan más personal para cubrir la zona. “En este momento disponemos de diecisiete hombres. Ahora vamos a sumar a dos más, y contamos con tres móviles. Uno está asignado a Laplacete, el otro a La Agraria y uno de Patrulla Rural”, afirmó el jefe policial. “Hace falta mayor cantidad de personal y movilidad”, dijo.
Para prevenir los robos, la policía realiza patrullajes preventivos e identifica a la gente desconocida que circula por la zona. “Cuando vemos a un vehículo por los caminos rurales y sabemos que no es del lugar, le pedimos los papeles. Hemos hecho secuestros por falta de documentación. Y se ha demorado gente con actitudes sospechosas “, dijo Merlo.
La policía sumó hace poco un avión para ocasiones puntuales y emergencias para la zona rural del noroeste. “Cuando hay un robo de maquinaria, camiones o animales, requerimos el sobrevuelo de la aeronave para hacer un avistaje por los lugares a los que no podemos acceder. Así podemos ver dónde esconden la mercadería robada. También sirve para ver desde el aire por dónde escapan los delincuentes”, comentó el comisario. En ese sentido, agregó que la aeronave ya fue utilizada en distintas ocasiones en Junín.
