Según el Informe semanal del Rosgan, China siguió marcando un ritmo sostenido de importaciones, en Uruguay el consumo de carnes consolida el mayor registro en ocho años. Además, en Brasil suspenderán la vacunación contra aftosa en otros siete estados y en Paraguay promulgaron la ley de identificación animal que se comenzará a aplicar en 2025.
De acuerdo con los datos confirmados por la Administración General de Aduanas de China (GACC) las importaciones chinas de carne vacuna totalizaron 236.405 toneladas peso embarque en noviembre, 6% más que en octubre, pero 6% inferior a lo registrado un año atrás. En el acumulado de once meses, China lleva importadas unas 2,5 millones de toneladas, volumen que supera en 2% a las registradas en igual período de 2022. Sin embargo, en valores, si bien noviembre muestra una ligera mejora respecto de los precios promedio de octubre (+4%) acercándose nuevamente a los USD 5.000 por tonelada, los valores pagados siguen siendo un 22% inferiores a los registrados doce meses atrás.
Por su parte, en Uruguay el 2023 está cerrando con un consumo estimado de proteínas de origen animal de 94 kilos por persona, marcando un incremento de 1,5 kilos frente al año anterior, el mayor de los últimos ocho años según las estadísticas del Instituto Nacional de Carnes (INAC). En cuanto a precios, en lo que va del año todas las carnes se mantuvieron por debajo de la inflación, pero la que más bajó fue la carne bovina, con un descenso acumulado anual en pesos corrientes de 5,6% y un consumo que llegaría a 45,6 kilos por habitante, apenas subió 0,5 kilos. En tanto que el consumo de carne de cerdo subió 1,4% y llega a 21,9 kilos por habitante al año mientras que la carne ovina se destaca con aumentos del 17%, llegando a 2,8 kilos por persona. A su vez, los datos del INAC correspondientes a los 10 primeros meses del año, muestran que en los primeros 10 meses el 31% de las proteínas consumidas son importadas, en volumen un 3,2% más que en 2022, abasteciendo el 82% del consumo de cerdo, 26% en carne bovina y 4,6% de la aviar.
Según anunció el director de Salud Animal, Eduardo de Azevedo, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mapa) a partir de abril de 2024 suspenderá la vacunación contra la fiebre aftosa en los estados de Amapá, Bahía, Maranhão, Pará, Río de Janeiro, Roraima y Sergipe. Los estados que dejarán de vacunar el año próximo acumulan 52 millones de vacunos. Pará es el más importante de los siete con 25 millones de cabezas, seguido por Bahía (13 millones) y Maranhao (9 millones). Actualmente, en Brasil, los estados de Santa Catarina, Paraná, Rio Grande do Sul, Acre, Rondônia y partes de Amazonas y Mato Grosso tienen certificación internacional como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
En Paraguay, la identificación individual animal será desarrollada por el Servicio Nacional de Calidad Animal (Senacsa) y buscará individualizar a los bovinos, cuya práctica puede realizarse a futuro en otras especies, como ovinos, porcinos, caprinos y otros. El objetivo es impactar unos 3 millones de terneros, dependiendo de cómo sea el éxito de los servicios de la actual temporada. El 30% del ganado que se moviliza en un año termina en un frigorífico habilitado para exportación, donde se requerirá la trazabilidad después de tres años, contando desde 2025.
