La ecuación de los cultivos hay está factores concurrentes que hacen que los cosos en dólares sean muy altos, como el retraso en el tipo de cambio, el alto precio del gasoil, elevadas tarifas de fletes y de labores, alta carga impositiva, entre otros.
En la parte de la ecuación que conforma el ingreso, los precios de los granos, (commodities que responden a reglas de oferta y la demanda mundial, y en el cual el productor no es formador de precios) están en baja ante excedentes de oferta. Estos precios están recortados en la Argentina por elevados derechos de exportación o retenciones. A esto se suma un recorte adicional provocado por la regulación del mercado de exportaciones mediante cupos o permisos, que generan saldos excedentes que no pueden ser consumidos internamente. En este contexto, que afecta en mayor medida al trigo y al maíz, la demanda paga precios que están por debajo del precio de paridad de exportación (FAS teórico, que ya tiene descontadas las retenciones).
Con precios bajos, el productor necesita obtener rindes cada vez más altos para cubrir la totalidad de los costos. Este rinde se llama rinde de indiferencia, y es el rendimiento que debería lograrse para cubrir los costos directos e indirectos con el precio proyectado a cosecha 2016.
Los rindes de indiferencia se muestran en el cuadro, y en campo propio son de de 69 qq/ha en trigo, de 24 qq/ha en soja de 2ª, de 125 qq/ha en maíz, 26 qq/ha en girasol, y de 35 qq/ha en soja de 1ª. El quebranto es generalizado para el rango de rindes medios de la zona.
En campo arrendado los rindes de indiferencia son de 70 qq/ha en trigo, de 24 qq/ha en soja de 2ª, de 116 qq/ha en maíz, de 25 qq/ha en girasol, y de 33 qq/ha en soja de 1ª.
Para ambas situaciones los rindes de indiferencia están muy por encima de los rindes medios logrables en condiciones climáticas excepcionales como los logrados en el último ciclo agrícola.
El agro está ante una ecuación inviable. En vista de que los precios internacionales no tienen perspectiva de mejora, la solución impostergable pasa por la eliminación de retenciones para el trigo, el maíz y el girasol, y la baja de las alícuotas para la soja. También debe resolverse sin demoras el segundo recorte que afecta al trigo y al maíz mediante la eliminación de cupos y liberación de las exportaciones. De otra forma, el área de ambos cultivos se reducirá aún más.