Con precipitaciones dispares en Tucumán y zonas aledañas, esta campaña de soja se perfila más diversa de lo que se preveía. Hay zonas donde las expectativas de rinde son por debajo de las iniciales y otras en cambio, bendecidas por la lluvia, esperan buenos rendimientos.
Por esto, es que la curva de rinde varía de los 1.500 kg/ha a los 3.500 kg/ha, según los datos obtenidos por Apronor. No obstante, ante tanta variabilidad es aventurado hablar de promedios, considerando además que la cosecha se encuentra en un 30% de avance. La gran diferencia se debe a muchos factores: el manejo, la fecha de siembra, la variedades, etc., etc. pero es, sobre todo, la disparidad de las lluvias lo que tanto incidió.
El primer golpe de siembra se realizó los primeros días de diciembre. Luego se produjo un impase en la siembra como consecuencia de la falta de lluvias, que se extendió hasta mediados de enero. La lluvia volvió y la siembra se retomó. Pero no todos los productores pudieron terminar con la siembra de soja, porque la fecha de siembra dejaba de ser la óptima, y se vieron obligados a cambiar por poroto.
Seguidamente, la zona tuvo otro período seco a mediados de febrero y con altas temperaturas, lo que ha afectado, principalmente, a las sojas sembradas en diciembre y en las que hoy estamos viendo esta gran variabilidad de rindes. La falta de lluvias provocó envejecimiento xilemático, perdida de vigor y acortamiento de entrenudos lo que después se vio reflejado en una disminución en la producción de granos.
Ahora, los productores están en una ansiosa espera para retomar con la cosecha de la soja que fue sembrada en enero. En los próximos días la maquinaria volverá a encenderse, esta vez con un poco más de esperanza ya que se esperan rindes más estables y no con tanta variabilidad. Al finalizar podremos saber cuál fue el promedio de este mosaico.
El escenario es muy complicado para el productor ya que en el NOA debido al esquema de retenciones actuales, costo del flete e insumos de producción y la caída del precio internacional estaría necesitando cosechar más kilos por hectárea para estar en equilibrio y no perder.
Esto significa lograr un promedio que supere hoy el Rinde de Indiferencia que se encuentra en los 3.000 kg/ha. Y si consideramos que el promedio anual en la zona en los últimos 10 años es de 2.450 kg/ ha, "estamos en el horno". Además, sembramos con una soja mayo 2020 de U$S237 y estamos cosechando con un disponible de U$S 200.
La mitad de esa caída se explica por el aumento de los DEX y la otra mitad por la caída de los precios internacionales.