Los matarifes argentinos acusan al gobierno nacional de favorecer el negocio exportador de carne vacuna en detrimento del consumo interno y sospechan que la demora en la habilitación de nuevas plantas para exportar a China busca beneficiar a los pocos del rubro que han ganado hasta ahora, mientras una mayoría de plantas no saca provecho de la coyuntura.
"Acá hay una puja de poderes entre los mataderos de consumo y los exportadores", sentenció el vice presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Sergio Pedace, una situación "de toda la vida". Y acusó: "hay 20 plantas frigoríficas de 11 o 15 dueños que son los únicos que ganaron plata en estos últimos cuatro años con la exportación; el resto de los frigoríficos, a los ponchazos".
En declaraciones a Radio EME, el dirigente mencionó que 12 de las 20 nuevas plantas que se autorizarían para China son de carne bovina, pero desde el gobierno "no habilitaron ninguna y le echan la culpa a los chinos, entonces el negocio de la exportación es para pocos, esa es la realidad".
A raíz de la peste africana, que diezmó su stock porcino, el gigante asiático tiene una gran necesidad de carne. Por lo tanto Pedace sospechó que esas nuevas industrias no se habilitan para evitar subas en el valor del producto que los funcionarios suponen generaría una mayor puja en el mercado de hacienda. "Y fue un error, porque hubiese sido una forma de mantener precios baratos en la calle; porque habiendo 12 plantas más hubiera habido más gente volcando precios baratos al mercado interno".
Con más frigoríficos autorizados "iba a haber una competencia y se iba a ver quien es más eficaz de los exportadores", protestó, y sostuvo que los frigoríficos orientados al comercio exterior actualmente trabajan "al 200% y no tiene capacidad de frío y faena".
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El enojo de la cámara se hizo público ayer mediante un comunicado, tras haber participado el martes de un nuevo encuentro de la Mesa de las Carnes con el presidente Mauricio Macri. Instancia a la que criticaron por considerarla una "usina de buenas noticias, escondiendo debajo de la alfombra los problemas concretos y reales que tienen impacto en la gente y en el costo de los alimentos". El documento refleja, sobre todo, el malestar por "una visión parcial" de la Mesa, enfocada en el comercio exterior en detrimento del consumo interno "que es quien más sufre los avatares de la inestabilidad de precios y mayor impacto tiene en la canasta alimentaria de los argentinos".
"No le están diciendo la verdad en la Mesa de las Carnes al presidente", sostuvo Pedace. Por lo tanto, consideró que las acciones de gobierno parten de un mal diagnóstico. "Ahí estamos diciendo, barren debajo de la alfombra y dicen que está todo bien; la realidad es que no".
En tal sentido, el matarife refirió que en el gobierno se equivocaron al creer que la carne no aumentaría al público por la devaluación. En cambio, luego del las PASO "aumentó 15% la hacienda en Liniers porque los exportadores y supermercados salieron a comprar a precios más altos porque subió el dólar". Y detalló: "estábamos pagando $ 65 y saltamos a 77 el kilo vivo; en la ganchera tenés $ 20 pesos de aumento al carnicero, que se ve obligado a subir $ 40 el corte; y si lo vendía a 250 ahora lo tiene que vender casi a 300". Como resultado, se produjo una depresión en las compras de los matarifes, al tiempo que cayeron las ventas minoristas.
Pedace mencionó que los exportadores ofrecieron al presidente abastecer a los supermercados con remanentes de las ventas al exterior "para vender barato y poner un título en el diario". Pero, al no haber mayor cantidad de actores, advirtió: "es un 20% de la población que puede recibir esa poca mercadería, el resto va tener un aumento".
Fuente: El Litoral de Santa Fe
