Con el fallecimiento del ex Presidente Antonio de la Rúa, a los 81 años, cuyos restos fueron velados en el Congreso Nacional, en tanto que el Gobierno decretó tres días de duelo, se fue también el recuerdo de un hecho que marcó al campo y que, por entonces, fue muy cuestionado: el ocultamiento de la detección de fiebre aftosa en territorio nacional, poco después de que la argentina hubiera sido declarada libre de vacunación por la organización internacional de epizootias.
En el año 2000, el primer mandatario declaró al país libre de aftosa sin vacunación, tras cumplirse un año de la última inoculación. Ese fue el último paso que exigía la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en ingés) para incluir a la Argentina en el máximo estatus sanitario en el comercio mundial de carnes.
Poco después, el 24 de mayo de ese año, el organismo oficial hizo el esperado anuncio en París (Francia), acto al que asistió el también por entonces Secretario de Agricultura Antonio Berhongaray y el presidente del Senasa, Oscar Bruni.
La erradicación significaba para el país, no sólo un ahorro importante para los ganaderos en el control de esa enfermedad, sino la apertura de mercados importantes para las carnes argentinas. Sin embargo, apenas cuatro meses después, se multiplicaban las denuncias regionales sobre la presunta reaparición de la enfermedad.
El gobierno negó los hechos, ocultando la presencia del virus, hasta que en febrero de 2001, debió anunciar una nueva campaña de vacunación de 13 millones de vacunos. Inmediatamente, la OIE suspendió de modo "temporal" la certificación de país libre sin vacunación y, luego, llegaba la noticia más dura: el cierre de mercados centrales para la carne argentina, como la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, sumado a los severos controles fronterizos sanitarios que comenzaron a aplicar otros países como Chile y Brasil.
Años después, ya retirado de la política, de la rúa reconoció como un "error" el haber "ocultado la presencia de la aftosa". Un hecho que vale la pena reivindicar en tiempos en que la ganadería argentina pasa por un gran momento de regreso a los mercados globales y que, recientemente y en materia de fiebre aftosa también tuvo una buena noticia: la zona de la Patagonia Norte A fue declarada libre del virus sin vacunación por la Unión Europea.
