Especialistas en el cultivo de cerezas de la Agencia de Extensión Rural Los Antiguos, en Santa Cruz, junto con investigadores del Laboratorio de Agroelectrónica del INTA trabajan en el desarrollo de un sensor electrónico que permita registrar los golpes que provocan daños en las cerezas durante el trabajo en las plantas de empaque.
Durante el empaque, los frutos reciben golpes que luego se traducen en depresiones llamadas "pitting" que reducen el valor comercial de los mismos, afirma Andrés Moltoni- referente del Laboratorio de Agroelectrónica del INTA.
Es por eso que se aventuraron en el desafío de diseñar un dispositivo electrónico cuyo tamaño y peso fuera similar al de las principales variedades de cerezas que se producen en Argentina. Además debía cumplir con el requsito de estanqueidad, debido a que en la mayor parte del proceso, las cerezas se encuentran sumergidas en agua.
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Luego de un arduo trabajo, obtuvieron un sensor que registra los impactos y movimientos que se producen durante todo el proceso. A su vez, lograron un microcontrolador y un transmisor inalámbrico que descarga la información en tiempo real, explica Nicolás Clemares integrante del laboratorio de la entidad.
Finalmente el producto terminado se pondrán a prueba en dos plantas de empaques de la zona de Los Antiguos y será calibrado por los especialistas de la Agencia del INTA.
