Con la era de la información en pleno apogeo, los consumidores son cada vez más exigentes. Algunas de las tendencias que surgieron en el 2018, prometen quedarse este año con mejoras que contribuyan al cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad.
Un punto fundamental durante el año pasado fue la fuerte demanda de alimentos frescos, maduros, y sin procesar que los consumidores pretenden obtener en el menor tiempo posible.
Para ello las tecnologías de la información fueron clave. Con el acceso a internet de alta velocidad en las zonas rurales, es más fácil la recopilación de datos de equipos agrícolas, lo que mejora la calidad de las decisiones que se toman con respecto a al beneficio, la producción y la demanda el mercado.
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Cabe destacar que para ello ya existen aplicaciones que ayudan a acelerar la transacciones, reducen el costo de mano de obra y disminuyen considerablemente las posibilidades de error humano y fraude.
Otros inventos de alta tecnología que favorecen a la demanda de productos orgánicos y no modificados genéticamente, son los sensores de indentificación por radiofrecuencia (RFID). Con este dispositivo los consumidores pueden recibir un seguimiento desde el campo a la mesa con información sobre cada proceso por el que se produjo el cultivo o la carne y su origen.
La trazabilidad también fue importante en 2018 en la agricultura y el cultivo de alimentos. Tal es así, que se espera para 2019 un desarrollo de la trazabilidad que permita a los consumidores entrar en una tienda, seleccionar un producto, escanearlo con su teléfono inteligente y saber dónde se cultivó ese artículo y qué productos se usaron en su proceso de crecimiento.
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Otra innovación que pegó fuerte el año pasado fue la inteligencia artificial. Se trata del aprendizaje automático que se aplica a datos que se recopilan a través de sensores de cultivo. El objetivo de esta tecnología es la reducción de mano de obra, la recopilación de dato de manera eficiente y la disminución de los costos de insumos.
También se pueden analizar los datos recolectados por imágenes para ayudar en el monitoreo de los campos, reduciendo así la cantidad de tiempo requerido para revisar los cultivos.
Fuente: AG Funder
