Martes 10 de octubre de 2017. El ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Blairo Maggi, anuncia que bloqueará el ingreso de leche en polvo uruguaya con el propósito de negociar una cuota de importación de ese producto.
Viernes 13 de octubre de 2017. El presidente de Brasil, Michel Temer, informó a su par uruguayo Tabaré Vázquez, a través de una comunicación telefónica, que no habrá inconvenientes en el ingreso de productos lácteos al mercado brasileño.
Jueves 19 de octubre de 2017. Maggi informa, a través de un comunicado, que el próximo 30 de octubre una misión de la Secretaría de Defensa Agropecuario estará llegando a Uruguay para "dialogar con las autoridades sanitarias locales sobre la suspensión temporaria de importaciones de leche de ese país".
"La paralización de las importaciones fue determinada por el ministro Blairo Maggi dado que los productores brasileños y representantes del sector en el Frente Parlamentario Agropecuario sostienen que el producto uruguayo afecta negativamente la formación de precios en el mercado local, lo que hace inviable la producción local. El ministro Maggi defiende la fijación de cuotas de importación para la leche uruguaya", añade el (insólito) comunicado.
Si bien la medida inicialmente se había tomado argumentando un posible caso de triangulación de leche por parte de Uruguay, tal acusación resulta tan absurda que ahora -con el segundo comunicado- no se menciona el tema, pero se da a entender (sin mencionarlo explícitamente) que se iniciará una investigación por un supuesto caso de dumping (otro absurdo).
En mayo de 2018 vence el cupo de leche en polvo que Brasil le impuso a la Argentina durante el régimen kirchnerista. Si bien Maggi intentó extender el cupo por más tiempo, los negociadores argentinos (con razón) sostuvieron que eso no era posible si Uruguay tenía pleno acceso al mercado brasileño.
Por lo tanto, Maggi procedió a bloquear el ingreso de leche en polvo uruguaya -con una excusa inverosímil- para negociar con su par oriental, Tabaré Aguerre, un cupo de importación anual y, con esa carta, volver a instaurar por tiempo indefinido el cupo argentino. La medida viola el marco normativo constitutivo del Mercosur.