En el caso del trigo, las mejores condiciones climáticas permitieron mejorar en parte la condición de humedad en el norte de país, donde los lotes implantados con el cereal comenzaron a transitar etapas reproductivas del ciclo fenológico.
En tanto en las localidades de Buenos Aires y La Pampa se verificaron excesos hídricos que demoran la aplicación de fertilizantes y fungicidas.
El relevamiento semanal realizado por la entidad bursátil porteña indicó que, a pesar de mantener el 63% del área negada de las 5,35 millones de hectáreas sembradas con el cereal, mostraba el 23% del cultivo en estado normal; un 9% como excelente; y un 6% como regular o malo.
Por último, la siembra de girasol alcanzó el 31,3% de las 1,8 millones de hectáreas estimadas por la entidad tras un avance intrasemanal de 5,9 puntos porcentuales.