El propio Buryaile más el secretario de Comercio Miguel Braun y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, se reunieron entre el jueves y ayer con John Melle, el funcionario de la USTR (Oficina del representante de comercio estadounidense) encargado de América latina y con el secretario de Agricultura Sonny Perdue. Luego mantuvieron una teleconferencia con el secretario de Comercio, Wilbur Ross, un peso- pesado de la administración Trump, quien a pesar de haber acordado la cita no se encontraba en Washington.
En un encuentro de los funcionarios argentinos con corresponsales en esta capital, Rayser destacó que "ambos gobiernos estamos en un enfoque muy pragmático y constructivo de la relación, de poner sobre la mesa todos los temas y de resolverlos de forma rápida" y que todo se había agilizado tras el encuentro del presidente Macri con Trump en la Casa Blanca a fines de abril. Y señaló que se estaban desatando algunos nudos burocráticos que impiden el ingreso de productos argentinos, como la carne y los limones.
Respecto de la carne, cuya llegada está prohibida desde que se desató un brote de aftosa en nuestro país en 2001, Buryaile señaló que recibieron "algunas observaciones y pedido de aclaraciones que en Argentina está intentando resolver rápidamente.
"No hay ninguna cuestión sanitaria de fondos sino de papelería". El ministro anunció que "terminaremos de aprobar esto en un mes o dos, aunque no quiero poner fecha porque los servicios sanitarios tienen sus tiempos y la burocracia también". Pero resaltó que "hace 15 años que estamos esperando para entrar (la carne) a Estados Unidos y vamos a hacerlo poco tiempo después de la reunión de Macri con Trump".
Estiman que Argentina exportaría unas 20.000 toneladas de carne sin hueso con un arancel y 20.000 extra cupo, una cifra de entre 100 y 150 millones de dólares.
Respecto de los limones -un tema que se ha convertido en un símbolo del intercambio y que ya se anunció que se iba a liberar hace casi 3 meses- Buryaile aclaró que ya están destrabados los aspectos sanitarios.
"Está todo absolutamente aprobado.
EE.UU. hizo la inspección y la aprobó.
Está pendiente solo la firma de EE.UU. del plan de trabajo operativo que es una formalidad", señaló. Y prometió: "La próxima cosecha vamos a tener limones en EE.UU".