Las lluvias y tormentas, aunque moderadas, que se registraron durante el fin de semana trabó nuevamente las posibilidades de concluir con la siembra fina e impidió también el normal tránsito de camiones tanto con hacienda como con leche, lo que llevó en algunos lugares a echar por tierra la producción.
Según informes de la Bolsa de Comercio de Rosario sobre el impacto que tienen las precipitaciones en la zona núcleo, el último informe de la Guía Estratégica Agropecuaria (GEA) refirió la acumulación de 42 milímetros por lluvias en la zona de Ramallo y Baradero, y otros 28,5 milímetros en Chacabuco y Alvarez, próximo a Rosario.
A esto se le suman otros lugares, como María Teresa, donde se registró un total de lluvia de 26 milímetros, y otros 24 milímetros en Santa Teresa y Pergamino, mientras que en la zonas próximas a Rosario, ya durante el fin de semana se contabilizaron hasta 40 milímetros.
Con la persistencia del mal tiempo en buena parte de las áreas agrícolas, lo que dificultó la necesidad de concluir con los trabajos de siembra de trigo, el mal estado de los caminos rurales, llenos de barro, impidió también el normal tránsito de camiones con hacienda y leche.
En la zona de Rivadavia, ubicada el centro oeste bonaerense, el anegamiento de un camión recolector de leche obligó en las últimas horas a tirar por tierra toda su carga: unos 5.000 litros de leche perdidos.
Aunque las lloviznas y tormentas son desde débiles hasta moderadas, la persistencia de las mismas eleva indefectiblemente las napas y dificulta aún más la situación de zonas productivas que ya estaban afectadas por el exceso de agua que se registra desde hace un par de meses.
Esto pudo percibirse hoy en los corrales del Mercado de Liniers, donde se registró solo la llegada de 17 camiones transportando un total de poco más de 780 animales, cuando el primer día de la semana puede recepcionar hasta 2.000 cabezas promedio.
En este marco, un informe de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación (AACREA) refirió que las lluvias durante el primer semestre dejaron cerca de 200 a 300 milímetros más que en los anteriores dos ciclos productivos, es decir un incremento de hasta el 30 por ciento en los niveles de lluvias sobre los campos.
Esto favorece el anegamiento de las áreas rurales y también provoca la inundación de los caminos rurales que, en lugares de llanura, se convierten en verdaderos ríos o canales de salida de agua de los campos afectados.
El informe de AACREA mencionó además entre otras cosas los cambios impuestos en los últimos años al transformar áreas rurales en urbanas, hecho que "cambia el escurrimiento del agua y también el consumo".
Los especialistas confiaron en que si bien la realización de canales puede "ayudar" al escurrimiento del agua en las distintas cuencas, estimaron que "toda la solución no puede pasar por la canalización".
En Corrientes, la problemática por las lluvia creció en las últimas horas, ya que allí se derrumbó el puente carretero del cruce Santa Rosa, en el kilómetro 715 de la ruta 12, que une Goya con Esquina.
Más allá de seguir comprometida buena parte del distrito correntino por las lluvias, principalmente la zona norte, persiste el estado de alerta por tormentas fuertes para centro y oeste de Chaco, oeste de Formosa, sur y centro de Corrientes, norte de Entre Ríos y Santa Fe.
