a lo que resta del mes de enero se espera que sigan repitiéndose episodios hídricos, fundamentalmente lluvias", fue la frase con que el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, advirtió ayer a los santafesinos que el mal tiempo y crisis hídrica no tendrán tregua, al menos, hasta febrero. Luego de presidir durante casi dos horas un encuentro de la Junta Provincial de Protección Civil en la Casa de Gobierno, Farías, junto a sus pares de la Producción, Luis Contigiani y de Desarrollo Social, Jorge Alvarez; el secretario de Defensa Civil, Marcos Escajadillo; en representación del Ejercito, el coronel Luis María Garro y Marcos Ferrero de la Cruz Roja filial Santa Fe, brindaron una conferencia de prensa en la que pusieron cifras a las pérdidas.
Según sus estimaciones éstas alcanzan los 2.500 millones de dólares desde abril, cuando comenzó esta catástrofe climática que, según los pronósticos, no cesará hasta el mes próximo, conforme los datos que hasta ahora poseen los funcionarios. Los tamberos perderán más de 250 millones de pesos, los agricultores más de 760 millones de dólares.
Si bien Farías intentó llevar tranquilidad a la población afirmando que no esperan crecidas extraordinarias de los ríos fuera lo previsible por el desagüe por declive del agua acumulada en los campos que desciende hacia el este desde el oeste (Córdoba y Santa Fe) hacia el Paraná y el Salado, éste último superó en el mediodía de ayer los 6 metros de altura.
Por ello el municipio capitalino se vio obligado a evacuar a las primeras familias de la ciudad de Santa Fe damnificadas aunque especificó que se encuentran radicadas fuera del anillo defensivo de la ciudad. En el resto de la provincia casi no hay evacuados dado que los anegamientos, se explicó ayer, se produjeron por la inusual intensidad de las precipitaciones producidas en muy corto tiempo.
Desplazamiento
El hecho es que el valle de inundación del Salado ya está prácticamente colmado y por eso se cortó la ruta 70 que une Santa Fe con la ciudad de Esperanza. El mismo fenómeno -el desplazamiento de la masa acuática que baja desde el oeste- es el que mantiene desbordado el arroyo Colastiné y cortada la autopista Rosario-Santa Fe a la altura de Coronda.
En la reunión de trabajo a la que también concurrieron los ministros de Educación, Salud, Seguridad, Infraestructura y Desarrollo Social; de Protección Civil; y de las Fuerzas provinciales y Federales que trabajan en el territorio, Bomberos Voluntarios y el Instituto Nacional del Agua, entre otros, además de la evaluación de la situación se trazaron líneas de acción.
"Hicimos una evaluación hídrica por las lluvias que venimos padeciendo hace unas semanas y trazamos líneas de acción directa para analizar la atención y dar respuestas", dijo Farías al abrir la conferencia de prensa que se realizó en la sala auditorio de la Casa de Gobierno: "para este mes de enero se esperan que se repitan episodios hídricos por lluvia" e indicó que "la altura de los ríos no tendría grandes modificaciones, según datos suministrados por el Instituto Nacional del Agua (INA), por lo que en principio no sería un inconveniente, salvo algunos anegamientos que observamos con el río Salado pero que, esperamos, se supere".
No quedó claro si el agradecimiento que hizo el ministro a la Nación por haber enviado "55 millones de pesos para ayuda a los productores el año pasado, y también 25 millones de pesos para la atención directa de la emergencia para el área de Protección Civil, y 5,5 millones de pesos a Desarrollo Social, junto a otros bienes materiales que también se están recibiendo este año", fue irónico pero sirvió para contrastar esas cifras con la magnitud de los daños. Como fuere enfatizó la "la necesidad que tiene la provincia de recibir los fondos (deuda de coparticipación), que ya tiene el fallo de la Corte Suprema de Justicia y que será destinado para obras de infraestructura".
A su turno, Luis Contigiani, ministro de la Producción reconoció que "el balance en términos de la afectación productiva es muy duro, sobre todo para el sector lácteo. En los seis departamentos damnificados, con Castellanos a la cabeza, sobre 3.500 tambos que hay en la zona 869 fueron afectados, con una estimación de pérdida de 1.500.000 litros de leche por día, que llevado a los próximos 30 días que es el cálculo mínimo que analizamos como de afectación segura, estamos hablando de una pérdida de 45 millones de litros de leche, que representan unos 256 millones de pesos. Esto sin cuantificar los daños en infraestructura y caminos".
"La situación es desoladora", es la calificación que Contigiani viene repitiendo desde hace días y ayer volvió a decirlo al contar que "estos tamberos recibieron dos golpes en menos de un año" (en referencia a las lluvias de abril pasado).
En este sentido adelantó que "se prorrogaron los plazos de los decretos de 2016, lo que le permitirá a unos 7.500 productores agropecuarios que ya tienen certificado de emergencia (un 20 por ciento) y desastre (un 80 por ciento) vencido el 31 de diciembre, poder continuar con los mismos en condición de validez, para que no tengan realizar nuevamente el trámite. Mientras, quienes no tenían este certificado, ahora tendrán la posibilidad de tramitarlo por un plazo de 180 días.
Estas cifras están compuestas por datos oficiales y privados, y se suman a las pérdidas por la emergencia del año pasado de 2.500 millones de dólares". Prometió un plan de salvataje para los tambos en el que, aseguró, trabaja su cartera.
Luego aseguró que "también hay afectaciones muy importantes en la cuenca agrícola: hay un área cultivada de 2.300.000 hectáreas, con soja, girasol y maíz, y de esa superficie hay 948.000 hectáreas bajo agua (324.000 hectáreas de soja de primera, 316.000 de soja de segunda, 80.500 de girasol, y 228.000 de maíz)".
"Aquí la afectación puede evolucionar en pérdidas totales, rindes moderados o rindes malos -explicó Contigiani-. Hicimos un mix entre rindes bajos, muy malos y posibles pérdidas totales, y nos da una pérdida de 764 millones de dólares", e insistió en que este es "un dato preliminar".
Lluvias intensas
El secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, señaló que "prácticamente, desde el 25 de diciembre que venimos con intensas lluvias en el centro y sur de la provincia. En determinados departamentos estas lluvias superaron los 400 milímetros en muy poco tiempo y ello afectó viviendas y destruyo caminos y rutas".
Menos grave es la situación de los damnificados que, explicó Escajadillo, "por la dinámica de escurrimiento que tiene cada una de las localidades, con lluvias que se presentaron arriba de 60 u 80 milímetros en una hora, se produjo anegamientos dentro de las viviendas, pero en general el escurrimiento se logra en pocas horas".
En Alejandra donde cayeron 250 y 300 milímetros en pocas horas, dijo "que los vecinos se autoevacuaron, se trasladaron a sitios que presentan condiciones más seguras quedando en el domicilio algún integrante del grupo familiar para cuidar sus cosas; del mismo modo en Arroyo Seco, Ramona, Empalme Villa Constitución y otros puntos de la provincia tuvimos unos 100 evacuados, pero que el rápido escurrimiento hizo que regresaran a sus domicilios a los pocos días".
Profilaxis
En virtud de que se espera que las lluvias intensas continúen el resto del mes, el secretario de Protección Civil aseveró que Desarrollo Social, suministra elementos de limpieza y todo lo que hace a la protección en su uso a fin de evitar inconvenientes sanitarios y prometió que "todos los medicamentos para el tratamiento (y las medidas preventivas) de las patologías que pueda traer como consecuencia el temporal, incluso sueros antiofídicos, se tienen en provisión en distintos lugares que el Ministerio de Salud fijó como centros de almacenamiento para su distribución",
En ese marco exhortó a la población a que "ante este período de emergencia hídrica no subestime síntomas, permanezcan atentos y siempre concurran a la brevedad a un centro de salud o soliciten la consulta médica para descartar sintomatologías".
