El maíz ha venido atravesando adversidades en las últimas campañas caracterizadas por un escenario meteorológico con lluvias por debajo del promedio y la aparición de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis)
Este panorama previo propició un escenario de incertidumbre,
En la previa del lanzamiento de la campaña en el norte bonaerense, INTA Pergamino fue la sede de la XIX Jornada de Actualización Técnica de Maíz, organizada en conjunto con la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de la provincia de Buenos Aires (AIANBA).
Entre los disertantes de la actividad, se contó con el Coordinador de la Red Nacional de Maíz, Facundo Ferraguti (INTA Oliveros), quien tuvo a su cargo la apertura del evento y entre los conceptos compartidos con el público, aconsejó prácticas de manejo que "permitan una mejor respuesta al estrés abiótico (ya sea generado por temperaturas o déficit hídrico) o a la presencia del vector del achaparramiento de maíz".
En este sentido, indicó que "hay que hacer planteos defensivos, que permitan aumentar los recursos por planta, bajando la densidad, pero sin que ello implique reducir las dosis de fertilización. Para esto es importante ambientar los lotes y conocer los recursos con los que se cuenta para escoger los híbridos adecuados".
Analizando el pronóstico climático, Andrés Llovet Andrés Llovet (coordinador de Producción Vegetal de INTA Pergamino) remarcó que "tenemos altas posibilidades de Niña, lo que implicaría contar con restricciones hídricas para el maíz de primera".
Sobre la siembra temprana, agregó que "hemos transitado un invierno muy frío, con temperaturas promedio por debajo de los 14º C en abrigo, y por debajo de los 10º C en los primeros 5 cm del suelo". Frente a esto, "anticipar la fecha de siembra no genera beneficios, por lo que se recomienda comenzar a partir del 15 de septiembre en general, aunque cada ambiente puede llegar a tener particularidades y un manejo específico".
Para finalizar el escenario frente al maíz temprano, Federico Peralba entomólogo de INTA Pergamino y referente regional del Mapa nacional de monitoreo de chicharrita del maíz, indicó que "no hay grandes riesgos de contar con Dalbulus maidis en el maíz, debido a la escasa supervivencia al invierno y que, durante primavera, el ciclo de la chicharrita será más lento. La probabilidad de tener alta población en los momentos de susceptibilidad del cultivo es baja".
"Si el productor, a pesar de este panorama, decide sembrar el maíz solamente en fecha temprana para evitar riesgos con la presencia de la chicharrita, las pérdidas en rendimiento podrían generarse por la escasez hídrica que se pronostica para la primavera e inicios del verano, superiores a las que podría generar el achaparramiento de maíz en nuestra región", agregó Llovet.
Para la siembra de maíz tardío, los investigadores de INTA Pergamino coinciden en la importancia de sostener los monitoreos para tener un registro del crecimiento. En aquellos lotes donde el productor ya decidió realizar una siembra de maíz tardío, Andrés Llovet indicó que "es importante tratar de realizar lo más anticipado posible, entre fines de noviembre y no más allá del 10 de diciembre".
En este contexto, en el norte de Buenos Aires se estará realizando la habitual siembra de la Red de Evaluación de Híbridos de Maíz que coordina Luciana Galizia (INTA Pergamino) y en la que participan también sitios del área de influencia de la Estación Experimental General Villegas. "La gran participación que tuvimos en la XIX Jornada de Actualización Técnica pone en relieve la importancia que la información generada por la institución. Esta campaña, el desafío de evaluar los rendimientos, se suma a la información generada en los monitoreos de plagas y enfermedades, lo que nos permite contar con datos situados en cada ambiente".
Para más información:
Andrés Llovet | Luciana Galizia | Federico Peralba