El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme, afirmó que "el Mercosur tiene que conectarse con mayor intensidad con el mundo", al tiempo que señaló que "todos los que lo integramos somos conscientes de la necesidad de mantener unido al bloque".
En un reportaje con el diario La Gaceta de Tucumán, Neme remarcó que "no es cierto que la Argentina está cerrada al intercambio con las principales potencias del mundo. El Mercosur sigue siendo la herramienta que llevará al desarrollo de la región, más allá de las diferencias existentes entre sus socios. Los problemas macroeconómicos que recibió la gestión del presidente Alberto Fernández fueron heredados de Mauricio Macri.
En relación con la decisión de algunas empresas de retirar sus inversiones de la Argentina, el funcionario del Palacio San Martín explicó que "los problemas de la agricultura y la producción argentina, con más de 100 años jugando en el primer nivel en el mercado mundial, no se resuelven en una elección de medio término. ¿Por qué dije que nos parece razonable que no tomen decisiones altisonantes en el marco de una campaña electoral? Por un lado, tuvimos una reunión con Bayer que le pidió al Gobierno, en el marco de una reunión con la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), que colabore en las gestiones ante la Unión Europea para la renovación de registros de glifosato y el mismo día la multinacional anuncia que suspenderá la venta de semilla de soja transgénica llamada Intacta. Este tipo de anuncios no corresponde, sobre todo de una multinacional. Debe haber reciprocidad en la relación. Por otro lado, Dow anuncia que cerrará su planta en Santa Fe el año que viene. ¿Qué sentido tiene? ¿Causar más conflictividad social? Eso no tiene nada que ver con la lógica de negocio. Más allá de las decisiones de las casas matrices, los ejecutivos tienen la posibilidad hablar con nosotros todos los días para plantear sus inquietudes".
Respecto de las relaciones comerciales con terceros países, Neme enfatizó que "estamos en una excelente relación con todos los países e intensificamos esas relaciones comerciales y económicas más allá de las limitaciones que nos impone la pandemia del coronavirus. Nuestro primer objetivo es el Mercosur como una plataforma para que la región en general y la Argentina en particular puedan proyectarse. En segundo lugar, estamos negociando con todos los países sudamericanos la actualización de los acuerdos de complementación económica en el marco de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Aladi). Hay avances importantes en las normas de contenido de origen con Chile que facilitará la exportación de 10.000 camionetas. Estábamos esperando la asunción de las autoridades peruanas para retomar las negociaciones, de la misma manera que avanzamos con Colombia y con Ecuador. Ahora volvemos a Centroamérica y la próxima misión prevé contactos en Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Cuba. Exploramos oportunidades en África subsahariana, Asia del Este y el mundo árabe. Estados Unidos, la Unión Europea, China y Rusia tienen canales aceitados de negocios y nosotros estamos atentos a las oportunidades que esos mercados nos propongan. Estamos activos en todo el mundo. Y ahora se nos presenta para poner un pabellón argentino en la Expo Dubai, una feria a la que asisten 30 millones de personas".
Al ser consultado sobre las relaciones entre los socios del Mercosur, Neme puntualizó que "estamos cerca de conciliar, de acordar, pese a que tenemos diferentes miradas. Todos los que integramos el Mercosur somos conscientes de la necesidad de mantener unido al bloque porque es la mejor plataforma de desarrollo del comercio en el contexto global. Por eso, tengo plena confianza de que seguiremos juntos. Brasil quedó en acercarnos una nueva propuesta de Arancel Común Externo, muy cercano a lo que nosotros podemos aprobar. Ayer (por el viernes) el Presidente recibió a su par uruguayo, Luis Lacalle Pou en una muy amigable reunión. Todos sabemos que tenemos que caminar juntos, limando las asperezas. El Mercosur tiene que conectarse con mayor intensidad con el mundo y tenemos abierta la finalización del acuerdo con la UE. Estamos abriendo conversaciones con India e Indonesia. No es menor la agenda internacional. Ahora estamos planteando a Brasil, que tiene la presidencia pro témpore, un modelo de acuerdo marco con América Central y el Caribe que nos permitirá trabajar en pactos bilaterales comerciales tanto para bienes como para servicios".
Neme fue consultado sobre las regulaciones y el cepo que traban los negocios en el país, y dijo que "tenemos desequilibrios macroeconómicos muy serios y está muy claro que la mayor parte de ellos los hemos heredado del gobierno de Macri, como el aumento de la deuda externa privada o los mayores compromisos con el FMI. Eso nos obliga al uso de instrumentos de emergencia como el cepo, que algo no querido, pero necesario en las actuales circunstancias del país. Y en eso tenemos dos posibilidades para ordenar algo la macroeconomía: pensar en hacer un ajuste brutal que la sociedad argentina no está en condiciones de resistir con este nivel de pobreza, de desocupación y de capacidad ociosa de la industria, o empezar a trabajar en proyectos de inversión, que generan más producción, más empleo y más exportaciones, de tal manera de ir transformando los pesos en dólares de manera sistemática hasta ordenar la macro. La economía del conocimiento se nos presenta con un gran potencial a desarrollar, no sólo por los salarios, sino también por los incentivos para mostrar el talento argentino. Hay know how para producir más en distintos sectores".
Finalmente, el secretario de la Cancillería sostuvo que "en todos los Estados y en todos los gobiernos se notan prácticas proteccionistas de distintas formas. Sabemos que tenemos muchos problemas en Europa por las exigencias fitosanitarias muy duras con motivaciones ambientalistas, pero también con un sector agrario europeo que demora el acuerdo con el Mercosur. Vamos a necesitar que pasen las elecciones en Francia y en Alemania para saber qué sucederá con aquel acuerdo. Además, vemos que China demora algunas habilitaciones a frigoríficos, en Rusia lo mismo. Quiero decir que el mundo empresario debe analizar toda esta situación, de que estamos intentando resolver los temas. Claro que los empresarios tienen el deber y la obligación de pensar en sus compañías. Todos estamos de acuerdo en decir que el país tiene una elevada carga impositiva, pero también tenemos enormes desequilibrios macroeconómicos. Más allá de la pandemia, hay sectores que están mejorando y otros que han tenido una rentabilidad extraordinaria a partir de los óptimos precios externos. Frente a la realidad de la Argentina, se necesita más diálogo e interacción. Me parece que ese es el tema. A nadie le gusta el cepo, pero es necesario, es absolutamente necesario".