Dustin Aherin, analista del sector de proteína animal de Rabobank, estima que la distribución de las vacunas frente al covid-19 en EE.UU. va a suponer una mejora en el control de la expansión de la enfermedad lo que "aliviará gran parte de la tensión que actualmente se vive en la cadena cárnica entre lo procesadores y la distribución comercial".
Así, en los próximos años seguirán en vigor los cambios producidos por el covid-19 así como los nuevos avances tecnológicos implementados en toda la cadena cárnica. Al tiempo, se reducirá la oferta de carne en EE.UU. por la caída del censo de animales para sacrificio.
En cuanto a los consumidores, Aherin estima que "la demanda interna de carne vacuna de EE.UU. retroceda desde los máximos históricos alcanzados a lo largo de 2020. El aumento extremo de los precios minoristas a fines de la primavera pasada se puede explicar en gran medida por la menor disponibilidad de carne de vacuno y otros productos cárnicos después del inicio de la expansión del covid-19 por el país con interrupciones de la cadena de suministro inducidas por el covid-19".
Pese a esto, el incremento en la demanda de carne vacuna, que afecta tanto a la oferta como al precio, indica que esta se ha debido no solo a cambios en la oferta. "Las circunstancias exactas que fomentaron la increíble fortaleza de la demanda de carne vacuna durante la pandemia también predicen vulnerabilidades potenciales durante el período de recuperación posterior a la pandemia". asegura Aherin.
Fuente: Rurales El País
