Enero termina con la condición de sequía en el 43% de la región, con escasez en el 50% y con reservas regulares a adecuadas en solo un 7% de la zona.
Si bien la campaña es altamente heterogénea, hay una falta de agua significativa en el momento crítico para la soja, que se extiende del 15/1 al 15/2 para la región. Por eso, las lluvias en cada semana de este periodo son claves, indica la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
"Por lo pronto hay un pronóstico de lluvias para el próximo miércoles 5 de febrero, pero para los próximos 10 días, hasta el momento, hay una gran incertidumbre con la continuidad de las lluvias", indica la BCR.
El informe señala que "donde llovió la soja de primera sigue en carrera, pero donde no, peligra la supervivencia del cultivo".
Si bien en la última semana mejoraron los lotes -hay un 5% en condiciones excelentes, un 15% muy bueno y un 30% en estado bueno-, se mantienen los cuadros regulares a malos en el 50% de la región.
Donde llovió mejor, el cultivo logró recomponerse y mantiene buenas perspectivas. Sin embargo, donde no, la supervivencia del cultivo está comprometida. Un 60% de la soja se encuentra fructificando (entre R3 y R4) y un 5% comenzando el llenado de granos (R5). El resto está en floración (entre R1 y R2).
¿Qué dicen los ingenieros agrónomos de la región sobre el cultivo?
En Tortugas y los alrededores de Rosario, la falta de lluvias en los próximos días podría tener consecuencias irreversibles. En Pergamino, el cultivo aún mantiene su capacidad de compensación, pero no hay agua en el suelo para el llenado de granos. "Algunas localidades acumularon solo 20 mm entre diciembre y enero, volviendo imposible la recuperación sin lluvias inmediatas", advierten. En Junín, se estiman rindes de entre 32 y 38 qq/ha, pero hay muchos cuadros que han perdido demasiados nudos debido al estrés hídrico. En Teodelina, es imprescindible que llueva la próxima semana para sostener 35 a 40 qq/ha. En Carlos Pellegrini, la soja retomó su desarrollo, pero necesita 40 mm en los próximos 10 días. Las lluvias trajeron un fuerte alivio en Bigand. En Bombal, la soja presenta un muy buen estado, sin hojas amarillas ni signos de deterioro. "Pero la continuidad de las lluvias será clave", coinciden en señalar los técnicos.
En soja de segunda hay margen para recuperarse, pero también hay muerte de plantas y crecimiento atrasado
Mientras que en algunas áreas aún hay margen para recuperar potencial de rendimiento con lluvias oportunas, en otras la situación ya parece irreversible. La uniformidad y la continuidad de las precipitaciones en las próximas semanas serán determinantes para definir el resultado de la campaña. En Pergamino, "la mayoría de los lotes con soja de segunda están raleados", comentan. Las plantas sobrevivientes tienen solo 20 cm de altura dos meses después de sembradas. La perspectiva de rendimiento nula en la mayoría de los lotes. La sequía es completa y esperamos una pérdida completa como en la 2022/23".
En Junín, la situación no es muy diferente; los lotes están secándose en las lomas por falta de agua y en algunos casos se han perdido. Además, el ataque de arañuela ha agravado aún más el escenario.
En otras zonas, si bien el cultivo ha mostrado cierta recuperación tras las lluvias, la situación sigue siendo delicada.