De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, «Con las lluvias de los últimos 7 días, marzo rompió el patrón de falta de agua. El mes termina dejando al 75% de la región núcleo con lluvias por encima de las estadísticas. En marzo suele llover entre 100 y 125 mm y marzo del 2021 promedió en la región 110 mm. La franja este -dónde más se encarnizó la falta de agua del semestre cálido-superó los 125 mm».
Así, «desde que arrancó la campaña gruesa las lluvias estuvieron muy lejos de las estadísticas y por eso marzo es una bisagra entre un verano extremadamente seco y la posibilidad de un otoño con lluvias normales. Marzo deja grandes marcas de lluvias, como en Santa Fe: Irigoyen con 228 mm o Clason con 162 mm. El este de Córdoba no se queda atrás, Noetinger acumuló 165 mm.»
Si hubiese que sembrar mañana trigo, ¿en qué condiciones están los perfiles de Santa Fe, Córdoba, Chaco y Santiago del Estero? «En Santa Fe el 80% del territorio tiene condiciones óptimas; en Córdoba, el 70%. Y en Chaco y Santiago del Estero, las áreas agrícolas muestran niveles aún mayores que llegan hasta los excesos. La simulación tiene en cuenta el primer metro del suelo y lotes que ya no tienen consumo de agua, o sea, cuadros con cultivos en madurez», explicaron los especialistas. La recuperación de condiciones óptimas de siembra en trigo se debe a que hubo una gran recomposición hídrica en marzo. Y en particular con el último evento de lluvias de 7 días atrás que dejó valores muy importantes en estas provincias.
Se destaca Las Breñas en Chaco, con 198 mm; Irigoyen en Santa Fe, con 198 mm. Incluso el agua llegó con valores muy importantes a La Pampa, General Pico acumuló 125 mm, y tambien al centro y NE bonaerense: Daireaux registró 180 mm.
"Según las proyecciones, comienza a haber una tendencia hacia la normalización" "Las condiciones de reticencia pluvial que caracterizaron la campaña de granos gruesos 2020/21 parecen haber quedado detrás El sistema de alta presión se desplazó hacia el océano, los flujos de humedad están más activos y las masas de aire frío han sido más débiles. Estas características, sumadas a que el efecto de la Niña continua mostrando un debilitamiento sostenido de su enfriamiento, permiten proyectar un otoño con mejor provisión de agua", comenta el Dr. Aiello.
"Marzo se convierte en el segundo mes del semestre cálido en alcanzar, e incluso superar en gran parte de las zonas productivas, los valores medios históricos mensuales. Lo importante es que la actividad pluvial no encontró obstáculos para llegar a las regiones de la franja este, recomponiendo el patrón de precipitaciones. Los pronósticos no indican lluvias en el corto plazo. Pero el cierre de marzo y la transición hacia el mes de abril se encuentran dominados por la presencia de aire más húmedo.