Respecto al trabajo de un jurado, Chiaravalli destacó la mezcla de técnica y arte en su labor. "Uno debe conocer a fondo el estándar de la raza, que establece cada asociación, y saber dónde se encuentran los cortes más importantes. No hay que olvidar que el destino final de estos reproductores es un bife en el plato", explicó. Además, mencionó la importancia de la correcta traslación, aplomos y una rápida toma de decisiones, ya que los jurados cuentan con apenas dos o tres minutos por categoría para evaluar.
Cuando se le pidió que mencionara las tres características más relevantes para juzgar un animal, Chiaravalli enfatizó la traslación, la cantidad de carne y la conformidad con el estándar racial. "Es difícil separarlas, porque todo forma parte de un conjunto", afirmó.
Chiaravalli también reflexionó sobre lo más fácil y lo más difícil de su rol en las pistas. "Lo más fácil es que tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta, clasificar animales. Pero lo más difícil es ser respetuoso y claro al comunicar las diferencias, sabiendo que los productores tienen mucho en juego al traer y posicionar sus animales", señaló. Subrayó la importancia de no enfocarse en las características negativas de los ejemplares, ya que muchos de ellos están destinados a la venta.
Para finalizar, Cherbal ofreció un mensaje alentador a los productores. "Las pistas son un reflejo del excelente momento que vive la raza Angus. Los toros de pedigree están muy demandados, no solo para su uso en cría de pedigree, sino también para mejorar parámetros como peso al nacer, peso al destete y peso final en la producción comercial", concluyó, destacando el buen estado de la raza tanto en las exposiciones como en el campo.