En nuestro país, alrededor de un 40 % está afectado por procesos de erosión hídrica y eólica. Y además, son cada vez más frecuentes.
Frente a este escenario, desde INTA Informa difundieron los avances de las investigaciones del INTA Paraná, en función a las alternativas de manejo con enmiendas orgánicas e inorgánicas que permitan revertir el daño en la estructura de los suelos del tipo Argiudol ácuico (Serie Tezanos Pinto), que se encuentran bajo producción agrícola.
Emmanuel Gabioud, especialista en Ciencias del Suelo del INTA Paraná, Entre Ríos, aseguró que mediante la aplicación de la conocida "cama de pollo" (compuesta por restos de cáscara de arroz, aserrín o virutas de pino o eucaliptus, restos de alimento, plumas y deyecciones de aves) y de sulfato de calcio, principal componente del yeso, es posible remediar la estructura del suelo afectado por el uso agrícola continuo bajo siembra directa.
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"La aplicación de esta enmienda evidenció, luego de 20 meses de su aplicación, notables mejoras con un efecto positivo en la superficie dado por el incremento en el carbono orgánico del suelo en los primeros 5 centímetros de profundidad". Además, se observó un aumento de la proporción de la estructura Gamma, que es la resultante de la aglomeración de pequeñas partículas por el efecto del clima, la actividad biológica y la materia orgánica.
Asimismo, agregó que éste aumento fue en detrimento de la estructura laminar superficial. A su vez, la aplicación de yeso aumentó la estabilidad de agregados de cada estado estructural y se destacó su efecto en la disminución de la pendiente de la curva de escurrimiento.
"Estos cambios se produjeron debido al fomento de la actividad biológica del suelo y, en consecuencia, se registraron mejoras en la porosidad y en el ingreso de agua al suelo", confirmó el investigador.