No es ninguna novedad que en San- Cor abunden los problemas. A tal punto, que están demorando la venta de esta cooperativa, que fue líder en el sector lácteo y es crucial en el interior con sus 16 plantas, la mayoría en Córdoba, algunas en Santa Fe y casi todas en pueblos que viven de la empresa. Posee, además, tres centros de distribución y 4.000 empleados en relación de dependencia.
El único comprador en carrera es Adecoagro que conoce desde el principio que el mayor obstáculo está a la vista y es su abultada deuda. Pero, a medida que avanzan las tratativas, según cuentan, aparecen otros inconvenientes más pequeños y que igual llaman la atención de los posibles compradores, que precisamente no son pequeños. Nacido en 2002 cuando el financista húngaro-estadounidense George Soros compró la firma agropecuaria de Pérez Companc, Adecoagro creció a actividades tan diversas en la región como azúcar, etanol, bioelectricidad, arroz, leche, maíz, soja, trigo, girasol. Soros ya no está y Adecoagro cotiza en la bolsa de Nueva York y emplea a 8.000 personas en forma directa. Sumó a sus activos a firmas como Pilagá que ampliaron su capacidad productiva.Quienes siguen de cerca lo que es ya una dilatada negociación con San- Cor, señalan que Adeco agro sigue trabajando, refrescando viejas conversaciones y buscando alternativas como la de no quedarse con toda la cooperativa sino con alguna de sus planas.
"Están arriesgando mucho y son miedos racionales en operaciones de esta magnitud", señaló un banquero que no les pierde pisada.
Los pasivos de Sancor incluyen desde la deuda con el personal, con los tamberos (que entraron en un Acuerdo Preventivo Extrajudicial )y con la AFIP. Sólo en ese acuerdo preventivo se acumulan $ 11.500 millones.
La deuda impositiva suma otros $ 4.000 millones. Y hay acreencias por US$ 80 millones con Buenos Aires Factoring que actuaba como financista de las operaciones de la cooperativa con Venezuela. Esa deuda aceleró la crisis de la firma láctea por los atrasos en los pagos del país de Nicolás Maduro.
A su vez, la cooperativa hace rato que no invierte y hay numerosas líneas con obsolescencia tecnológica.
A lo que se añaden inconvenientes para seguir operando ya que son pocos quienes entregan la materia prima salvo que se pague de contado.
La crisis de SanCor estalló a principios de 2017 y no creció en gravedad por desembolsos del Gobierno. Hubo una pulseada con el sindicato y el gobierno puso como veedor a Ignacio Werner, un abogado de 32 años de bajo perfil, experto en el manejo de firmas al borde de la quiebra, que reportaba directamente al ex ministro Francisco Cabrera y que ayer fue confirmado por Dante Sica. SanCor sigue bajo la batuta de su actual gerente general, Marcelo Gornati.
Magnitudes
11.500 Son los millones de pesos de deuda de SanCor que se acumulan en el Acuerdo Preventivo Extrajudicial.
$ 4.000 Son los millones que SanCor debe a la AFIP. Hay que sumar US$ 80 millones al financista de sus ventas a Venezuela.
Silvia Naishtat