Alrededor de las 14.30, el Senado empezó la sesión en la que se debatió el proyecto de ley de la oposición que apunta a frenar el aumento de las tarifas de los servicios públicos. La iniciativa se aprobó cerca de las 3.30 con 37 votos a favor y 30 en contra y el presidente Mauricio Macri vetaría la norma hoy mismo.
La ley retrotrae las tarifas de los servicios a noviembre de 2017 y establece que los aumentos no puedan superar el índice de variación salarial para los usuarios residenciales y el de precios mayoristas para las pymes. Por su parte, la iniciativa que impulsó Cambiemos propone una rebaja del IVA a la mitad (10,5%) para usuarios residenciales y de 6 puntos porcentuales (21%) para pymes.
En el comienzo del debate, el senador peronista José Mayans dijo que gran parte de las personas consultadas están a favor del proyecto y resaltó que "hay una emergencia cuando la gente no puede pagar".
En ese sentido, el formoseño consideró que "más del 90% de la población está de acuerdo con que votemos este tema de tarifas, porque la gente está saturada con la situación económica, entonces obviamente si la propia coalición no puede juntar los votos en Diputados, ¿qué nos puede reclamar el presidente a nosotros de un programa económico que tiene muchas falencias". "Si no ponemos límite a esto, si el Gobierno no advierte esto y quiere hacer lo que le piden las generadoras, sus amigos, esto no va a terminar bien", concluyó.
Por su parte, el oficialista Esteban Bullrich dijo que "la oposición sabe que el proyecto no tiene ninguna posibilidad de ser implementado. Es más: reconocen que no les importa, porque dicen que quieren enviarle un mensaje al Ejecutivo". En esa línea, el ex ministro de Educación sostuvo que al Gobierno "el tema sí le importa" y que por ese motivo "se planteó una alternativa", en referencia a las rebajas en el IVA.
A continuación, Bullrich dijo que Cambiemos busca "normalizar las tarifas energéticas, no para pagar más hoy, sino para estar mejor mañana", debido a que "no hay política más inmoral que justificar tarifas bajas para construir una vida cara. Nosotros no vamos a ponerle 10 pesos en el bolsillo a un argentino para sacarle 50 del otro".
Pasadas las 23, el senador del PJ cordobés Carlos Caserio expresó: "Hay que hacerse cargo, porque desde que esto llegó a Diputados distintos sectores de la oposición le venimos advirtiendo al Gobierno que la gente está muy mal con el problema de las tarifas".
Y agregó: "A veces se confunde el Gobierno que cree que además de dejarlo gobernar también tenemos que pagar y compartir los costos políticos de su mala gestión. Parece que cuando acompañamos al gobierno nacional somos 'buenos' y 'racionales' pero cuando un día pensamos distinto pasamos a ser los malos de la película: esa no es la democracia que queremos".
"Creo que el discurso del Presidente, que fue hasta agraviante con nosotros, y si encima nos amenazan con el veto, eso inclinó nuestro pensamiento-continuó-. Les pido que no rompamos todo: estuvieron hasta último momento tratando de lograr que hoy no votemos esto. Si para ustedes eso es la política, bárbaro, pero no jueguen con fuegoporque nos necesitamos todos".
Cerca de la medianoche fue el turno del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Tras cuestionar la política tarifaria del kirchnerismo, y sin muchas esperanzas ("no voy a convencer a nadie esta noche"), expuso: "Este podría ser el anuncio de una fiesta para todos que no se podría pagar. Cuando se viniera la resaca de la fiesta, nos encontraríamos con un drama absoluto por una mentira. No se podría pagar, no habría dinero".
"Cuando esto pasa, siempre de alguna manera se paga", dijo en relación al proyecto que contempla retrotraer los valores de los servicios públicos. Y añadió: "Argentina tuvo la experiencia de las hiperinflaciones, la experiencia de 2001-2002... Se sabe cómo se saldan las fiestas, se saldan dramáticamente sobre las espaldas de los más pobres de la Argentina".
Sin embargo, recalcó que el Presidente "va a evitar que la Argentina vuelva a ese lugar", en alusión al veto que firmará Mauricio Macri en caso de que se apruebe la iniciativa.
"Cuando hay problemas, lo que corresponde hacer es trabajar en conjunto para solucionarlos con seriedad. Si somos tan malos para algunos, yo diría que nos ganen con seriedad, no hace falta ganarnos con irresponsabilidad. Lo importante es que nos comprometamos a hacer un pacto para el crecimiento y el trabajo", concluyó.
Donación de órganos
La vicepresidente Gabriela Michetti está a cargo de la sesión (Maximiliano Luna)
Además del tema tarifas, el Senado le dio media sanción, en el marco del Día Nacional de la Donación de órganos, a un proyecto de ley para establecer que todos los ciudadanos mayores de edad sean donantes a menos que manifiesten su voluntad de no serlo.
La llamada "Ley Justina", en homenaje a la niña de 12 años que falleció el año pasadopor no recibir un trasplante de corazón a tiempo, será votada en la sesión de esta tarde y si resulta aprobada pasará a la Cámara de Diputados para su sanción definitiva.
El proyecto, impulsado por los padres de Justina Lo Cane y presentado por el senador de Cambiemos Juan Carlos Marino, modifica la actual ley 24.193 de trasplante de órganos,de manera que toda persona mayor de 18 años será considerada como donante.
Para no ser donante, habrá que manifestar voluntad en contrario, lo que implica que tampoco serán los familiares de alguien fallecido los encargados de autorizar la donación.
"Podrá realizarse la ablación de órganos y/o tejidos a toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de oposición a que después de su muerte se realice la extracción de los mismos", señala el proyecto.
La iniciativa también impondrá la obligación a los profesionales médicos de notificar al INCUCAI los tratamientos de diálisis que le realicen a un paciente, o cuando le indiquen la realización de un trasplante.
También establece que para asegurar la calidad de todo lo relativo a donación y trasplante, se deberá destinar como mínimo un 20% de los recursos del Fondo Solidario de Trasplantes a capacitación.
El presidente de la Comisión de Salud del Senado, el oficialista Mario Fiad, afirmó que con esta iniciativa se intenta "dar respuestas a las más de 11 mil personas que están esperando un trasplante en Argentina y sobre todo generar una conciencia universal solidaria en la que todos decidamos libremente registrar nuestra voluntad de donantes".
La previa de la sesión
Desde media mañana, el trajín en los pasillos de la Cámara alta fue incesante. Varios de los senadores del oficialismo, que no suelen hablar durante las sesiones, preparaban sus discursos junto a sus asesores. El jefe del bloque de senadores de Pro, Humberto Schiavone, volvió a ratificar el veto presidencial en caso de que el proyecto opositor para frenar la suba de las tarifas se convierta en ley.
Se espera, en ese sentido, una larga y tensa sesión en medio de las negociaciones entre la Casa Rosada y el PJ, a pesar de que las cartas respecto del proyecto que retrotrae los aumentos de tarifas parecen estar echadas.
Las reuniones de ayer, en las que el Gobierno insistió ante Miguel Ángel Pichetto con el texto que rebaja el IVA, sumado al ofrecimiento de darles a Ciudad y Provincia de Buenos Aires el control de Edenor y Edesur -un pedido del PJ-, no alcanzaron para torcer la voluntad del bloque peronista.
En la previa de la sesión, Pichetto indicó: "No me gusta trabajar leyes para un eventual veto. Es un fracaso del sistema. Este es un mensaje político del Congreso para el Gobierno. Hay poca tolerancia social de cara a los aumentos fuertísimos que se están dando no solamente en los servicios, sino en todos los insumos de la canasta familiar, el peaje, la nafta. Todas las variables han presionado y están tensionando muy fuerte el bolsillo de la clase media".
Desde el propio oficialismo en el Senado se lamentaban esta mañana por la posición intransigente que mostró la Casa Rosada durante varias semanas respecto a las tarifas. "Nos acordamos tarde de la política", confiaba un senador mientras corregía el discurso que dará en la sesión de esta tarde. Es de esperar, en esa línea, que alguno de los legisladores de Cambiemos ensaye alguna autocrítica, acompañada de una férrea defensa de la política gradualista de Mauricio Macri.
Por parte del Gobierno, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, criticó con dureza la iniciativa del PJ y recordó, entre varias cosas, que generaría un alto costo fiscal. "La oposición quiere mandarnos un mensaje político, pero se olvida de la gente", dijo el ministro en diálogo con radio Mitre, y anticipó que el Presidente "no va a dudar un instante" en vetar la ley.
"La paradoja de un proyecto que todos dicen que es muy malo, Gobierno y oposición, y hoy podría convertirse en ley. Estas cosas solo pasan en Argentina. Por eso el Presidente adelantó el veto. Tenemos que sostener esa confianza y credibilidad que tiene el mundo en la Argentina. Para los mercados y los inversores. Y tenemos que decirle la verdad a la gente. El verdadero cambio es terminar con el populismo y la demagogia en la Argentina", sostuvo el funcionario.