Periódicamente, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) realiza un índice en el que establece la participación del Estado en la renta agrícola. Ahora, para el mes de junio la ubicó en el 75%, en comparación con el mes de marzo aumentó poco más del 13%, ya que en aquel momento se estableció en el 66,2%.
Según indican desde FADA las cargas e impuestos no influyeron tanto como la baja de los precios internacionales y el incremento de los costos de producción.
Desglosando por cultivo, el trigo es el más afectado con 85,4%, luego lo sigue la soja con 76,5%, el maíz con 63,9% y en último lugar se encuentra el girasol con 56,1%.
Además en cuanto a la participación que tiene cada provincia sobre la renta agrícola, la entidad señala que en Buenos Aires es del 70,1%, Córdoba 74,1% y San Luis 77,1%. Aquí juega un rol clave los rindes promedio obtenidos en cada zona, siendo por ejemplo la provincia de San Luis la más perjudicada cuando en realidad tributa menos impuestos.
"En términos absolutos, el impacto de los impuestos es exactamente al revés, una hectárea en Buenos Aires es la que más tributa, y una en San Luis la que menos", explican.
En cuanto a la "renta de la tierra", que es un arrendamiento promedio menos impuestos, "las tres provincias tienen un nivel similar, por el efecto que genera en la ponderación una mayor participación de trigo en Buenos Aires y luego en Córdoba. Si se toman sólo soja y maíz, se aprecian mejor los mayores arrendamientos de Buenos Aires y Córdoba", detallan desde la Fundación Agropecuario para el Desarrollo de la Argentina.
