Las lluvias caídas esta semana en el centro y norte de Santa Fe, de entre 70 y 150 milímetros, atenuaron las altas temperaturas, al permitir que el agua se infiltre en los suelos y favorezca la siembra, germinación y desarrollo de los cultivos, señaló hoy un reporte oficial.
Se favorecieron especialmente los cultivos de maíz de primera, que sufrieron un marcado déficit de agua en su etapa crítica, por lo que se calculó una reducción en la producción final de entre 16 y 18%, indica el informe semanal del Ministerio de la Producción de Santa Fe y la Bolsa de Comercio local.
El maíz soportó la ausencia de lluvias de la primera quincena de diciembre pasado, que se sumó a las altas temperaturas, por lo que el déficit hídrico repercutió en el comienzo y pleno período crítico de los cultivares.
En ese contexto, 5% de la superficie sembrada se encontró en estado "regular" a "malo", 35% "regular" a "bueno" y 60% tiene estado "bueno" a "muy bueno".
El girasol continuó el proceso de cosecha con avances de 60%, con cultivares que fueron madurando en forma correcta posibilitando que los rendimientos sean estables y considerados buenos, y la particularidad de que los granos presentan valores muy buenos de materia grasa con contenidos superiores al 50%.
Los rendimientos promedio obtenidos en la semana fueron similares a los anteriores, con lo que se alcanzó una producción de 22 a 24 quintales por hectárea, valores que se consideran buenos para el área de estudio, puntualiza el informe.
La soja de primera tiene cultivares en estado "bueno" a "muy bueno" y algunos lotes "excelentes" por las condiciones ambientales desde el comienzo del período de siembra.
Las sucesivas precipitaciones producidas en las últimas siete semanas, con un milimetraje "medio" a "bajo" cubrieron las necesidades del cultivo y la superficie sembrada presentó un desarrollo "bueno" a "muy bueno" en un 95 a 98% en la estructura, altura y stand de plantas.
En cuanto a la soja tardía o de segunda, las lluvias conservaron las condiciones de humedad en la cama de siembra y el precio sostenido del valor comercial del grano.
Se observó el avance de la siembra en los sectores de posiciones topográficas más bajas y que fueron afectados en las dos campañas anteriores por períodos muy húmedos y lotes donde el proceso de cosecha se realizó sobre rastrojos de girasol y de maíz de primera.
Asimismo, se estimó similar intención de siembra que la superficie ocupada en la campaña 2016/2017, que fue de 515.000 hectáreas, con un avance de 96% hasta esta semana: 494.400 hectáreas.
El proceso de siembra de sorgo logró hasta la fecha un el 97%, equivalente a 60.140 hectáreas sobre una intención de siembra de 62.000.